> El Blog de Rubencho: octubre 2010

La amistad ¿Utopía o realidad construida?


          No existe duda alguna que nuestras amistades ocupan un lugar privilegiado en nuestras vidas. Invertimos mucha energía en mantenerlas, nutrirlas y si las circunstancias lo permiten, disfrutarlas. Pero siempre es necesario no perder de vista aspectos que podrían estar contaminando nuestras relaciones. Antes de que el daño sea irreversible y lleguemos a lamentarlo, es bueno tener en mente algunas consideraciones como las que les presentaré a continuación.
          Hay gente que siempre buscas saludar o llamar. Si dejas d hacerlo dicen: "te perdiste, me abandonaste". ¿Y ellos? Esto pasa si no educamos nuestras amistades. Esta "Educación" pasa por demostrarles con hechos y reacciones coherentes lo que nos gusta y lo que no en una relación, lo que nos alegra y lo que nos lastima. Y que estamos dispuestos a respetar estos pequeños-grandes detalles también para ellos. Quizás nuestro nivel de tolerancia sea diferente, pero lo tomaremos en cuenta si nos respetamos y nos queremos lo suficiente para querer y respetar en la misma medida a los demás.
          Compartir equitativamente incluso a pesar d la distancia, escuchar sin juzgar y apoyar sin criticar constantemente hacen a que la amistad fluya.
          La amistad debe ser algo necesariamente bilateral. Todo es dando y dando aunque sean diferentes las maneras de mostrar afecto. En una amistad verdadera te busco yo tanto como tu a mi. Estoy tan pendiente de ti como tu de mi. Te escucho y me escuchas. Te hablo y me hablas. Mis opiniones, expresiones, dudas, problemas, triunfos y alegrías son tan importantes y relevantes como los tuyos. Te invito a compartirlos conmigo así como celebraremos los tuyos.
          Las amistades sólidas son posibles. Sólo cuando somos lo suficientemente maduros y evolucionados como para crearlas y multiplicarlas sanamente. Por supuestos no debemos ser ingenuos y confiados con todo el mundo. Un porcentaje del prójimo sólo estará interesado en sacar un provecho material o para satisfacer o cubrir sus inseguridades. A esos apártalos y no sufras mucho por ellos, que ellos no lo harán por ti. Respira hondo y mantén tu camino.
          La amistad de ninguna manera debe ser un tipo de dependencia o adicción a la compañía o a la opinión de alguien mas. Eso no es sano. El ser fuertes implica no perder nuestro rumbo aún cuando una persona a quien queremos no está cerca de nosotros. Y el ser un buen amigo también es contribuir al crecimiento del otro, dándole herramientas para que sólo dependa de sí mismo.
          En esta nueva generación de amistades, donde la comunicación y la interacción por redes sociales es tan común, llama poderosamente la atención muchos posts que vemos a diarios de nuestros amigos y conocidos. No todos muy positivos.
          Si siempre piensas, publicas y decretas q nadie es amigo d nadie y solo existe gente falsa. ¿Como pretendes vivir? ¿en la paranoia y el aislamiento? Si me vives diciendo que somos amigos y eso lo publicas en Facebook, Twitter, tu Nick de Blackberry y Messenger… ¿Cómo debo tomarlo? ¿Eso me incluye? ¿Publicaras una lista con excepciones? ¿Me alejo mientras piensas las respuestas a estas preguntas?
          Siempre ten presente que eres dueño y esclavo de tus palabras, si siempre lo dices, aunque no quieras y lo niegues, terminarás por convencerte de eso. Y sinceramente no quisiera estar cerca de ti cuando suceda.
          Si te vives quejando de los falsos a tu alrededor toma en cuenta q tu los atrajiste a tu vida. Quizás el problema esta en ti. Revísate. No puede ser que tengas tan mala suerte de conocer sólo a los peores seres humanos. La gente es lo que tú crees que es y en eso mucho tiene que ver el cómo te ves a ti mismo.
          Es una gran mentira que tus padres sean tus únicos amigos reales y los únicos incondicionales. Si tus padres son tus únicos amigos. ¿Como hiciste para probar cosas q ellos no aprobarían y q implicarían castigo? Un@ ami@ no castiga. Acompaña aunque a veces no entienda nuestras razones.
           Por ejemplo cuando se pierde la virginidad o se fuma por primera vez. ¿Qué porcentaje de gente corrió a contárselo a su mama o a su papa antes que a nadie? Seguro que sí los hubo pero les aseguro que fueron muy pocos.
           Ellos son importantes pero tienen una función diferente en tu vida. Ellos te enseñaran la mayoría de las cosas importantes en tu vida y forjaron el ser humano que eres hoy, para bien y para mal y hasta se quitarían un riñón para dártelo sin pensarlo dos veces. Pero necesitas socializar. Creer en el mundo que existe más allá de la puerta de tu casa. Comparar culturas y maneras de ver la vida. Eso te dará sabiduría para conocerte mejor a ti mismo y luego a los que te rodean.
          Para que una amistad perdure, ambas partes deben crecer al mismo ritmo y en la misma dirección. No es casualidad que nuestras amistades hayan cambiado con el paso de los años. Muy pocas se mantienen en pie desde el colegio o la escuela secundaria. Nuestros intereses cambian y con ellos nuestro entorno.
          Por otro lado si buscamos crecer y ese amigo no lo hace, lo más natural es que terminemos apartándolo. Si decidimos mantenerlo cerca, debemos ser muy fuertes y centrados para no ser arrastrados a un rumbo con que no nos identifiquemos o al estancamiento. En todos los casos, la base de una buena amistad deben ser los valores que compartan y no los gustos o intereses. Los primeros son universales, permanentes. y nos conducen a evvolucionar como seres humanos. Los segundos son cambiantes. No puedes aspirar que una amistad sea algo relevante si lo único que comparten es el ser colegas, ser fanáticos de un equipo o que les guste el mismo tipo de música. Eso sería frívolo.
          Una amistad puede ser para toda la vida. Puede ayudarnos a encontrarnos a nosotros mismos y aprender de la vida. Quizas no estén en todo momento ni puedan ayudarnos en todo. No es la idea. Disfrutemos y aprovechemos lo que nos ofrecen y compartamos en libertad con ellas.
           Dedicado a mis grandes amistades. Gracias a ustedes por estar conmigo. LQM.
           
           Ruben Villegas.

Historia del Carabobo F.C.


Historia Granate
     Los 90s fue una decada que, para todos los que seguimos al deporte carabobeño tuvo especial significado y relevancia.
     Nuestro estado había triunfado holgadamente en los Juegos Deportivos Nacionales Juveniles realizados en aquella época. La Universidad de Carabobo arrollaba a sus rivales en los Juegos nacionales Universitarios. Magallanes y Trotamundos habían cumplido otra temporada exitosa. Y Dragones, el equipo de la liga de futbol de salón se había coronado campeón. Aunado a esto, dicho equipo había aportado la base de la selección nacional que fue campeona mundial de la especialidad. Siendo el primer título conseguido en deporte de conjunto desde los héroes del 41 en el beisbol.
     Hablar de Carabobo era hablar de títulos, de liderazgo en el medallero o en la tabla de posiciones. Era hablar de estructura organizativa, gerencial y de infraestructura de primera línea que logró formarse y consolidarse en aquellos años noventas.
     Nuestro estado siempre ha tenido esa capacidad inagotable de formación de talentos deportivos en todas las disciplinas, incluyendo el fútbol.
     Incluso teníamos uno de los estadios mejor acondicionados del país en el Misael Delgado. Logrando albergar partido internacionales de nuestra selección y convirtiéndose en modelo y referente de buen cuidado del engramado, y el resto de la estructura. Un joya tan cuidada como el José Bernardo Pérez.
     Aún así existió el vacío y la deuda de no haber podido tener un equipo en la Liga Profesional de Venezuela que cumpliera las expectativas de los seguidores. Sin darnos cuenta, habíamos relegado al futbol a ser la pata coja de nuestra identidad deportiva.
     Desde los años 70 con el Valencia F.C. no había podido establecerse un equipo ganador, constante invitado a la Copa Libertadores.
     Este equipo había descendido y ascendido una y otra vez a través de los años 80 y 90. Un sube y baja ocasionado por el deterioro de la capacidad económica y administrativa de quienes lo gerenciaban.
    
El Carabobo Fútbol Club nace el 26 de Febrero de 1997, gracias a la iniciativa del Gobernador Henrique Salas Feo a través de Fundadeporte representada por Rafael Palacios, las autoridades de la Universidad de Carabobo encabezadas por el Rector Asdrubal Romero y el profesor Ricardo Maldonado , se logra la compra del cupo y el establecimiento de una nueva figura jurídica que se funda bajo el nombre de Carabobo Futbol Club en 1997. Es por esto que los títulos y registros obtenidos por el Valencia Fútbol Club no son atribuibles al Carabobo. 
Logra el ascenso a la Primera División de Venezuela el 18 de mayo de 1997 tras vencer al Monagas SC con marcador de 5 goles por cero y quedar campeón del torneo de ascenso de la 2da división de Venezuela.

     Se nombró como Presidente de la Junta Administradora del equipo a José Miguel Méndez. Quien con sus buenos oficios logró el patrocinio en exclusividad por parte de Pirelli Venezuela. Según se cuenta dicha empresa, por medio de sus directivos Carlos Bianconi, Andrés Eloy Brizuela y Biglú Tinoco, aportó aproximadamente unos 250 millones de bolívares de los viejos para que se lograra la puesta en marcha del equipo.
     Se hablaba incluso de lograr un convenio con el Inter de Milán, ya que Pirelli posee una parte del paquete accionario, cosa que al final nunca se concretó. Pero podemos ver que había mucha ambición. En la presentación formal a la prensa realizada el 1 de Agosto de 1997 se manifestó que la meta era lograr un cupo a la Copa Libertadores en su primer año de participación. Aportar una buena cantidad de jugadores a la selección nacional y tener la mejor cantera del país, aprovechando los lazos con la ACEFUC.
     En esa rueda de prensa se dio a conocer el color que distinguiría a el Carabobo. Vinotinto con ribetes blancos. Dichos colores fueron escogidos ya que representa tanto a las selecciones deportivas que representan al estado Carabobo en las diferentes competencias nacionales, como a los atletas estudiantes de la Universidad de Carabobo.
     Aunque hoy en día muchos seguidores lo identifican como el Granate, o la Vinotinto regional, fuimos presentados como El Equipo de los Goles. Esto debido a que se hizo mucho énfasis en el aspecto ofensivo a la hora conformar el cuerpo técnico y los primeros fichajes.
     El Director Técnico desigando para esta primera experiencia en la división de honor fue José Julián "Pepito" Hernandez, quien dirigió una plantilla integrada por algunos jugadores de la selección nacional y refuerzos extranjeros brasileños surgidos de la cantera del Fluminense. Estos pioneros fueron: Vicente Rosales, Giuseppe Samele, José Robledo, Wilson Medina, Jorge Vergara, Luis Palacios, Altair Arruda, Jhoan Zamora, José Dudamel, Piter García, José Luis Jiménez, Walter Colina, Gabriel Rengel, José Hurtado, Otto González, Cesar Salazar, Edgar Villarroel, Rhonni Figuera, Arturo Parra, Juan Carlos Castellanos, Oscar Ramírez Calderón, Carlos Romero, Modesto González, Cesar Monsalve, Valnir Da Silva Medeiros "Pitinho", Christian Bayoi, Oswaldo Palencia, Andrew "Pochi" Páez, Fabio Maciel Da Silva y Cosme Batista.
     Carabobo F.C. hizo su debut en el torneo Apertura 97 en la Primera División el día 3 de Agosto del mencionado año ante Estudiantes de Merida en el estadio Soto Rosa, consiguiendo la victoria un gol por cero. La anotación ocurrió en el minuto 27 del segundo tiempo. Cosme Batista entro por Cesar Salazar para buscar mayor ofensiva y recibió un centro dejado por Pitinho que remato a placer, dejando tendido al portero rival. Los protagonistas titulares de ese histórico día fueron: Vicente Rosales en la porteria, Jimenez, Vergara, y Palacios en la defensa, Juan Carlos Castellanos, Fabio Maciel y Cesar Salazar en el medio campo, los carrileros Modesto sanchez y Carlos Romero y los atacantes Palencia y Pitinho. Cosme Batista ingresó por Salazar en el segundo tiempo.
     Para el día del debut como local en el Misael Delgado, la afición respondió masivamente y se registraron más de 3000 personas que poco se desanimó por la amenaza de lluvia presente. Se logró derrumbar el paradigma que al valenciano no le gusta el futbol. Toda la tribuna principal y la popular se vistieron de Vinotinto para alentar a nuestro Carabobo. El invitado fue Llaneros de Guanare. Era el 10 de Agosto de 1997 en la fecha 2 de aquel Torneo Apertura.
      El defensa Jorge Vergara logró anotar el gol de la victoria para delirio y fiesta en la tribuna. Habíamos ganado 1 gol por 0 y el equipo hacía soñar que estaba para grandes cosas.
     Aquel primer torneo Apertura se cerró con una decorosa actuación, logrando terminar en el 4to lugar de la tabla. Y aunque no se logró el cupo a la Libertadores, dejó una grata sensación en la hinchada que respondió asistiendo consistentemente en los años posteriores con un promedio no menor de 2000 personas por juego y topes de casi 5000 contra nuestros acérrimos rivales Táchira y Caracas.
     Posteriormente descendimos en el torneo 2000-2001 para luego regresar a la división de honor en el Apertura 2002. Derrotando en partido de ida y vuelta al Portuguesa F.C. Contario a lo que se llegó a pensar, la afición apoyó al equipo en esta tarea y La Universidad de Carabobo aportó 3 autobuses que partieron al estadio José Antonio Paez de Acarigua con la hinchada a apoyar al equipo aquel 26 de mayo de 2002. Se sacó un empate a uno y logramos el ascenso. El viaje de regreso fue una fiesta y fueron recibidos en el campus universitario como héroes. 
      Nunca más pasaríamos por tan amarga experiencia hasta el torneo 2011-2012 donde tocó bajar nuevamente al infierno de la 2da División.
      

    Investigación realizada por Ruben Villegas

Creer o no creer

      Arranca el mes de Agosto y junto con el se marca el inicio de la mayoría de las ligas alrededor del mundo. Si bien es cierto que muchos se apasionaron con el mundial, otros, tanto jugadores, directivos e hinchas se tomaron un descanso y un tiempo para repensar, organizar y planificar lo que se viene para este torneo Apertura 10.
      Con respecto a nuestro Carabobo F.C. se vive un clima de cambio. Es normal que durante este tipo de situaciones sintamos ansiedad, dudas, escepticismo y en otros casos la aspiración a que por fin ocurra lo que tanto buscamos y cambie nuestra historia reciente.
      Existe esta sincera voluntad cuando vemos la contratación de un DT como Nino Valencia, que con su juventud y corta experiencia busca darle un nuevo aire y una nueva visión e identidad a un equipo que en las últimas 3 temporadas había sucumbido a la decadencia luego de ser un habitual invitado a torneos internacionales.
      Esta búsqueda de un renacimiento, de la mano de incorporaciones interesantes, unas cuestionadas y otras con la mejor de las expectativas se centra en recuperar ese sitial de contendiente real aunque sin prometernos una estrella. Se buscó lo necesario sin grandes nombres, tomando en cuenta lo precario del presupuesto y la escasez de estrategias de mercadeo y negociación que sirvan para conseguir patrocinantes e inversionistas interesados e identificados con nuestro estado para darnos el título de deporte profesional de conjunto que más años hemos tardado en volver a lograr. Campeones de la Liga Profesional de Fútbol de Venezuela.
      Ahora bien. ¿Qué aspiramos nosotros, quienes estando en las tribunas o en la distancia apoyamos a este equipo por encima de sus individualidades, ya sean jugadores o directivos? Muy particularmente quisiera ver un cambio sustancial en lo que es la visión del equipo. Desconozco cual es la visión planteada en la razón de ser de la asociación civil. Pero la mía es ver a mi equipo convertido en un referente de nuestro país, gracias al desarrollo integral de los integrantes del equipo, que permita cosechar victorias y títulos y ser reconocido a nivel internacional gracias sus constantes y exitosas participaciones en competencias internacionales. ¿Suena ambicioso? ¿Fantasioso? ¿Demasiada aspiración? ¿Que quieres que haga si no me gusta la mediocridad?. No me gusta pensar en que somos un equipo de mitad de la tabla que se arma todos los años pensando en la austeridad que nos embarga. También confieso que algo se me atraviesa en la garganta y me paraliza la lengua cuando tarareo una canción y llego a la parte donde dice: otra vez en primera nos vamos a quedar. Cierto no es mi favorita, ni de lejos ni de cerca. Es como si hubiera entrado en la universidad aspirando a pasar con 10 todas las materias. No puedo con eso y ya. O aspiro a una cosa o a la otra.
      Si vamos a esta batalla con la aspiración de sobrevivir, estamos fregados antes del pitazo inicial. Los ganadores van con el éxito las copas tatuadas en el alma. Solo luchan para darle forma física y tangible.
      Y aquí entra el tema de lo que es el creer. El poder de la creencia. Creer en lo que hacemos y en nuestras metas, y sobre todo creer de corazón que si son posibles. Sin eso no tenemos nada. Es tener la firme creencia de que si podemos ser grandes. Y si no crees en eso entonces no puedes estar en esto. Sabemos que es difícil asimilar estas palabras tomando en cuenta nuestro pasado reciente. Y a muchos se les hará más sencillo escuchar y ver lo negativo de lo que se vaya haciendo con cuestionamientos. Para q lo vamos a hacer si no nos van a parar? Ya eso se hizo y no paso nada. Siempre nos la pintan bonito al principio del torneo y luego comienzan los problemas, que no hay dinero, que si el estadio en mal estado, que la gente no va y que seguro que el próximo partido nadie quiere ir si perdemos hoy, que no hay inversionistas, que la directiva no sirve, que el director técnico no sabe donde esta parado. Todo esto es chocante pero forma parte de nuestras creencias cotidianas. La pregunta interesante es: nos ha servido de algo pensar tanto en los problemas y ser genios en descubrirlos? Sirve de algo ser analítico para los inconvenientes? Y aquí te va la pregunta más chocante de todas: cuando fue la última vez que desde tu lugar y tu función hiciste todo lo que se podía y lo que no para que este proyecto saliera a flote? Cuando fue la última vez que en lugar de lanzar una acusación te sentaste a planificar acciones que ayudaran a mantener este proyecto a flote? No hablo de hacerlo de vez en cuando? Sin pensar en individualidades ni en la gloria personal ni mucho menos en intereses sectarios. Sabemos que es difícil mantener ese nivel de trabajo. Pero sabes que? Nos toca.
      También debemos saber que mucha gente nos aconsejara diciéndonos que lo dejemos asi que no nos molestemos. Y peor aún, muchos de tus consejeros de turno esperaran con ansias el fracaso de tu iniciativa solo por la satisfacción que da el ser sabio para decir: "Te lo dije, ¿viste que no se podía?". Nos lo dirán mil veces. Hay gente que pareciera que existe solo para recordárnoslo. Será así en todas las cosas que nos toque enfrentar en esta aventura. Ya sea como seguidores, columnistas, hinchas, directivos, jugadores, utileros, cuerpo técnico y hasta los recoge pelotas.
      Pero les diré algo. Todo equipo grande es capaz de sortear esto. Es capaz de aprender constantemente de las experiencias y avanzar en su evolución. No desechando ninguna posibilidad. Considerar que quizás una buena idea quizás no funcionó porque no fue aplicada o desarrollada correctamente pero podría resultar. Compartir esa visión de grandeza requiere un compromiso real entre todos los que estamos dispuestos a apoyar esta idea.
      Aún podemos considerarnos un equipo joven. Podemos construir una gran historia entre todos. Bienvenidas sean todas las ideas. Es posible. Somos Carabobo, tierra de campeones.  ¡Créetelo!.
      Ruben Villegas

La suerte del campeón

       Muchas veces hemos escuchado aquella frase trillada de "la suerte del campeón". Vemos con asombro como jugadas imposibles, como sacadas de un capitulo de super campeones, son realizadas por los equipos que sabemos que pronto alzarán una copa y darán la vuela olímpica.
       Tiros muy lejanos y sin ver, pases al hueco solo hechos por genios como Zidane o el Diego, jugadores que desarrollan la velocidad de un Bolt en los minutos cumbres de un partido, goles olímpicos, autogoles absurdos y paremos de contar. Lo vimos con el Once caldas en 2003, la LDU en 2008, el Man U del 99, los red Sox de 2004, los Marlins de 2003, los Yankees, el Barsa, La Juve de los 90's, el Milán de los 80's,La Vinotinto los últimos 10 años, a José Mourinho, por solo citar algunos.
       Podríamos sacar una conclusión simple y decir que fue suerte. Pero ¿Por qué siempre le sucede a los mismos equipos y a los mismos jugadores? ¿Por qué ocurre en las mismas circunstancias?
       La respuesta es sencilla de decir pero muy compleja de comprender. No es suerte. Es actitud de ganador.
       Ese deseo de ser relevantes, de sobresalir, de hacer algo especial al menos una vez en la vida. Ese empuje único que nos hace sentir héroes no importa si es un torneo de pelotica de goma por Play Station o el Mundial.
       Eso no lo tiene cualquiera. Es una mezcla poderosa que incluye amor propio, pasión, entrega, identidad, sentido de pertenencia, adrenalina y definitivamente desear la victoria como si fuera la única opción de ser felices.
       Y quizás con eso no bastaría. También es necesario el tener la seguridad que tienes todo el derecho a ser grande, que esta dentro de ti esa decisión. Que no es cuestión de que los demás te alienten o la tribuna te putee. Es creer que si puedes. Que te lo mereces. Que el ser grande no es algo que te otorga nadie. Eso es algo con lo que naciste y que solo es cuestión de creérselo y ejercerlo en todo lo que haces.
       Ahora bien. En ocasiones anteriores he comentado sobre la necesidad que tiene el Grana de hacer cosas grandes. Copa Libertadores, Copa Nissan, dar la vuelta olímpica y ver a todos los Granadictos perseguidos por la policía luego de bañarse en la redoma de Guaparo para celebrar nuestra primera estrella.
       Nadie quiere tener que esperar 100 años como Banfield para gozar eso. Al menos yo no estoy muy seguro de vivir un siglo más.
        He opinado sobre opciones de fichajes importantes y de cómo esos jugadores podrían ser claves para la obtención de un título.
       Pero tropezando con la realidad sabemos de las carencias económicas, organizativas y gerenciales de nuestro equipo, lo cual hace tarea harto difícil la llegada de alguno de éstos jugadores.
       Aún así está la obligación, como institución que representa en el fútbol a una de las regiones más importantes de nuestro país, de crecer desde adentro.
       Pongamos la situación extrema de que no conseguimos que jugador alguno quiera añadirse a la nómina y toque quedarnos con los que tenemos.
       Con una plantilla que solo ha peleado por no descender, urge entonces un cambio radical de mentalidad. No hablo de crear falsas expectativas con palabras bonitas ni lugares comunes. No estoy redactando un libro de autoayuda.
       Hablo de que los jugadores se la crean. Que el sentirse grande no tiene que ver con el valor de tu ficha ni tu salario.
       Tiene que ver con lo grande que te sientas tú como ser humano. De las cosas que mereces vivir. El ser un líder victorioso y no un líder sobreviviente. El sentirse el Elegido para reescribir la historia y tener algo grande que contarle a tus nietos. Contagiarnos de ese sentimiento de triunfo que nos regaló la selección nacional. Y permitirnos soñar. Para eso no fue necesario comprar jugadores. Pero fue obligatorio darles una nueva autoestima a los que ya estaban. Y las victorias y hazañas llegaron.
       Eso ha faltado.
       No les pido a los jugadores que se sientan bien aunque no les paguen correctamente su quincena ni trabajen en condiciones incómodas. Sólo les pido un cambio desde adentro. A jugadores, directivos e hinchas. Un cambio de actitud mediocre a actitud de victoria. Esa actitud triunfadora que hace que los milagros ocurran y que la suerte del campeón por fin nos llegue y nunca nos abandone.

Ruben Villegas

Yo también quiero ser grande

        Finalizó otra temporada de nuestro balompié nacional con un sabor agridulce que ya he saboreado anteriormente. Un final dramático para el Carabobo F.C. peleando por no descender y solo un último impulso, más la llegada de un nuevo D.T. y la aparición del aporte de algunos desaparecidos en cancha dan un toque de deja vú a un torneo que cada vez se juega con más incertidumbre.
        Atrás quedaron los días en que luchábamos por un cupo en la Libertadores, que dábamos espectáculo en la Copa Nissan. Solo son recuerdos de las generaciones medias de la hinchada.
        Urge un cambio estructural y radical en la concepción del equipo. Mientras sigamos siendo un equipo de mitad de la tabla y orgullosos de no descender, días, y quizás años, muy grises nos esperan.
        El Grana debe ser una organización seria y exitosa, guiada por la misma filosofía de los equipos con aspiraciones de grandeza. Con un plan de desarrollo de la cantera estructurado en base al desarrollo integral de los juveniles y de incluso los mas pequeños. Con una visión y misión que reflejen nuestras metas mas grandes. El punto más alto al cual aspiramos. Ese no puede ser mantener la categoría. Sueño con un equipo que sea referente del país. Que gochos, rojos e itálicos nos miren y no cuenten con puntos cuando juguemos de locales. Que los jugadores nacionales y extranjeros nos escojan como su primera opción y presionen a sus agentes para que consigan ponerse la granate. Constituirnos en la base de la selección nacional, y superar la arrogancia de Farías, que baje la cabeza y admita, que los nuestros son necesarios. Ser el caballo negro de los equipos argentinos y brasileños. ¿Y por que no? Ganar una Libertadores.
        Ser ambicioso no es un pecado, al contrario. Me siento en la obligación moral de exigir lo mejor al equipo que, lamentablemente en la distancia, le hincho semana a semana desde aquel año 96.
        Comienza la época de fichajes y negociaciones. Ya desde hace un tiempo nos hemos tenido que acostumbrar a las incorporaciones de última hora. A quedarnos con las sobras. A que nos digan que no en el último momento.
        Eso no sucede en un equipo grande. Considero que tenemos la oportunidad de picar adelante. De que los demás corran a nuestro ritmo. Madrugarlos con algo concreto.
        Yo sugiero la reconstrucción total del equipo. Esta es una plantilla, que aunque jugo como nunca las últimas fechas, solo ha demostrado que nos sirve para no bajar al infierno. Para nada más.
        Seguir con el mismo equipo no sirve para grandes cosas. Mismos procedimientos serán siempre mismos resultados.
        Apuesto por un equipo armado en torno a figuras jóvenes y de gran proyección como Victor Pérez.
        Me la juego por la llegada de un líder que este familiarizado con la victoria. Que sepa por experiencia, el como se gana un torneo muy duro como el venezolano. Que tenga esa frialdad y destreza para solventar los problemas de presión y aguantar una ventaja o un empate importante en los minutos finales. ¿ recuerdan cuantos partidos nos empataron o perdimos en los últimos diez minutos? ¿Cuantos puntos en total se perdieron? No manejo la estadística pero creo que nos hubiesen servido, no para no descender, sino para como mínimo darles un buen susto a los que peleaban por el título.
        Aquí me gustaría ver a Mickey Mea Vitali como volante de contención. Un jugador que aporta liderazgo, experiencia y calma en los momentos cumbres. Respeto el trabajo de Carlos Garcia. Pero quisiera un líder que sepa ganar torneos y que ayude en la formación de los jóvenes. Igual en el caso de Gaby Urdaneta.
        Igualmente Javier Villafraz que acaba de ser dado de baja por el Táchira y que solo Farías sabe por que no es seleccionado. Un guerrero a toda prueba con mucho roce y que te puede resolver un partido el solo.
        También necesitamos un mejor ataque. Contar con un verdadero killer del área. Alguien que no duerma en las noches si no es capaz de meter un gol en el juego de ese dia. Jugadores en nuestro torneo sobran pero me inclinaría por pedir el fichaje de Heatckliff Castillo. Un goleador nato sub valorado que se ha cansado de vacunar a todos los grandes y que injustamente no ha recibido oportunidades en la selección.
        Yonatan del Valle también sería bienvenido al igual que Armando Maita. Dos ex granates que al no ser bien pagados decidieron irse a buscar mejores condiciones de trabajo.
        El panameño Rolando Escobar, autor de un golazo a la Vinotinto en el último amistoso fue dejado libre por el Lara y disputó la final del clausura del torneo del Canal con el San Francisco. Un jugador con mucha técnica y proyección ofensiva. Lamentablemente sus aspiraciones salariales siempre han sido un obstáculo.
        Conformar un equipo ganador requiere tomar decisiones arriesgadas pero con la visión clara. Ser polémicos si es necesario. Pero con la seguridad de hacer lo mejor por la institución que se representa.
        Somos grandes. Desde ya. Necesitamos reencuadrar ese pensamiento. Nos merecemos solo lo mejor. Por el bien de nuestro Granate y nuestro fútbol venezolano.
         ¡¡¡Awante Grana!!!

        Ruben Villegas
  (Publicado en el web site vinotintoregional.com en Julio de 2010)

La Inteligencia Emocional y el deporte

          En el desempeño de todo deportista existen elementos importantes que inciden positiva o negativamente en su rendimiento. Su entrenamiento, la calidad de su indumentaria, las instalaciones deportivas, los entrenadores, etc. Pero hay un aspecto que abarca desde su vida personal, su carácter, su personalidad, más allá de sus condiciones atléticas. Este es la inteligencia emocional.
          El saber manejar el temperamento, el stress, la frustración, ser prudente con el triunfalismo, mantener la calma y la cordura en las situaciones mas tensas de los desafíos. Todo puede ser un factor decisivo a la hora de lograr la victoria, sufrir una derrota, pasar por la amargura de una lesión o mantenerse sano con una salud inquebrantable.
          La inteligencia emocional se convierte entonces en un componente clave en la vida de todo atleta, una vez que influye directamente en la toma de decisiones constantes sobre el como asumir ciertas situaciones positivas o negativas, entender el juego para aprovechar todos los factores a su favor, identificarse con los valores del deporte, estar motivados hacia el logro de las metas y objetivos personales y del equipo y aprovechar sus cualidades de liderazgo y empatía.
          Todas las emociones se relacionan con gestos corporales o un lenguaje hablado. Muchas veces podemos intuir y hasta predecir el resultado de un partido con solo ver la actitud de los jugadores cuando comentan por televisión sobre lo que ocurrió o lo que ocurrirá en la cancha o hasta por sus expresiones físicas. Y esa sensación de victoria o derrota siempre irá acorde con lo que expresan sus cuerpos o sus voces.
          Por otra parte, no todas las emociones están relacionadas con la práctica deportiva en sí. Las relaciones familiares o personales, la convivencia diaria con el resto de sus compañeros, el entrenador o la directiva, la aceptación o el rechazo del público y la relación con los medios de comunicación incidirán directamente en el desempeño del atleta.
          Es de importante recordar en atletas como Tiger Woods, a quien su adicción al sexo y su divorcio que derivó en escándalo, provocó una caída significativa en su desempeño incluso antes de que la situación se le saliera definitivamente de las manos. Casi la misma situación con Ronaldinho y las causas que llevaron a su salida del Barcelona o su exclusión en la lista de convocados por Brasil al Mundial de Suráfrica 2010. Bajo rendimiento combinado con frecuentes noches parranderas. ¿Hasta donde habría llegado Mickey Mantle de no haber sido un alcohólico recurrente y estar ebrio en el estadio en mas de la mitad de los partidos que jugó con los Yankees?. O para irnos a casos mas sencillos y cotidianos. ¿Recuerdas algún joven atleta que no llegó mas allá en su carrera por la excesiva presión de sus padres o sus entrenadores? Esos casos son más recurrentes de lo que pueda imaginarse.
          Sabemos acerca de deportistas que no tienen buen desempeño cuando juegan en estadios llenos de público o que los abuchean, en categorías inferiores con poco público brillan. Podemos verlo en muchos aspirantes a medallas olímpicas. Incluso muchos equipos han sido derrotados primero por el público y la prensa antes que por el propio rival. Por decirlo de una manera elegante, el valor se les hace agua y se les escurre por todos lados.
          En otros, en cambio, se convierte en un componente de goce y alegría adicional. Podemos recordar el caso de Bebeto, delantero de la selección de Brasil que ganó el mundial del 94 y donde antes del partido contra Holanda se enteró del nacimiento de su hijo. Jugó su mejor partido del mundial, logró anotar y patentó una de las celebraciones más famosas del fútbol. El mover sus brazos juntos imitando el mecer a un bebé. O Curt Schilling en la serie Mundial de 2004 lanzando con los calcetines ensangrentados y con la inspiración y el apoyo del público y su esposa para lograr aquella famosa remontada de los Red Sox.
          Hoy en día, en las investigaciones sobre crecimiento y desarrollo del atleta, se ha llegado a la conclusión que las emociones juegan un papel fundamental en los resultados obtenidos por los deportistas de cualquier disciplina.
          Las organizaciones de alta competencia cuentan con todo un equipo multidisciplinario que incluyen profesionales de ayuda como psicólogos, psiquiatras y orientadores que se tienen como tarea el desarrollo personal del equipo y los individuos que lo componen, conscientes de que los torneos y partidos primero se ganan en la mente del deportista y luego en el terreno de juego. Para ello se valen de técnicas de relajación, sesiones de motivación grupales e individuales, atención integral, evaluación del perfil personal, familiar y social del jugador.
          Es conocida la historia del video motivacional preparado por el quipo de psicología del club que colocó Pep Guardiola a los jugadores del Barcelona justo antes de disputar la final de la Champions de 2009 que se jugó en Roma. La combinación de imágenes y frases de la película Gladiador con momentos de genialidad colectiva e individual de los propios jugadores, con la música enaltecedora del espíritu victorioso, sin duda influyeron en el estado de ánimo de los jugadores. Se cuenta que Jose Mourinho hizo lo mismo con el Inter en 2010 pero con imágenes de la película "Invictus". Sin embargo, aunque lógicamente un video por si sólo no hizo que alzaran las copas, se convirtió en un factor anímico positivo para ellos.
          En organizaciones de grandes ligas sucede que cuando un jugador está pasando por una mala racha, casualmente también se lesiona. Es normal creer que bajó su rendimiento producto de la lesión. Pero en realidad son colocados en muchos casos en lista de lesionados mientras son sometidos a sesiones de motivación, relajamiento, etc. o simplemente se les permite tomar distancia de la situación que no pueden resolver como lo es su "slump". Una vez que regresan pueden resolver esta situación, mucho mas calmados y con la tranquilidad que necesita un profesional para salir delante de las situaciones adversas.
          Los atletas, aunque muchas veces los veamos como superhéroes indestructibles, son, antes que nada, seres humanos. Así vemos como el factor emocional y psicológico tiene un peso enorme en los resultados dentro del terreno de juego. Es por esto que la preparación y el desarrollo de la inteligencia emocional debe ser un factor clave a tener en las organizaciones con tanto peso como el entrenamiento físico y táctico. Si el ser humano no maneja inteligentemente sus emociones e impulsos, su carrera será limitada a un "pudo haber sido" sin ningún valor. Ni para él ni para sus familias ni para la sociedad.

Ruben Villegas