Son
famosos, con mas dinero del que pueden gastar en una vida, han logrado superar
obstáculos y barreras en cuanto a rendimiento físico que a la mayoría de los
mortales se les hace imposibles. Entonces ¿Por qué se deprimen las estrellas
del deporte profesional?
La
mayoría de la veces, la procesión va por dentro. Solo la persona que las vive
tiene idea de la magnitud de lo que lo abruma. Es imposible estar completamente
en los zapatos de una persona y mas si nos cerramos en el creer que lo tiene
todo y no debería estar así. Sin embargo, los problemas de pareja, familiares o
personales no son solucionados por contratos de patrocinio o con Copas
mundiales. Los atletas son tan humanos como nosotros, con sus fortalezas y
defectos.
Está
comprobado que la práctica del deporte puede ayudar a prevenir la depresión.
Pero cuando el deporte es mas que un hobby y se convierte en un trabajo, las
presiones, frustraciones y demás emociones que se viven debido a eso, no lo
hace diferente de cualquier otra profesión.
Los
deportistas profesionales se trazan metas, están sobreexpuestos a los medios,
incluso sus vidas privadas, el estrés es provocado desde adentro con las altas
expectativas que tienen sobre si mismos, el vencer todos los desafíos, el ganar
en todas las competencias y reforzado por los mensajes exigentes que reciben de
su entorno.
Uno de
los casos recientes mas emblemáticos del pasado reciente es el del arquero que
se perfilaba para ser el titular de Alemania en el Mundial de Sudáfrica 2010
Robert Enke que se suicidó lanzándose a las vías de un tren. Enke tenía 6 años
con depresión diagnosticada. Pero su tratamiento era constantemente
interrumpido debido a que sentía temor a que se filtrara la información a los
diarios o dirigentes y perjudicara su carrera.
El
receptor de los Broncos de Denver en la
NFL sufría de depresión desde su lesión en una rodilla y
afirmaba constantemente que no podía vivir sin el football. Aunque fuentes
oficiales negaron el suicidio en 2010, se encontraron marihuana,
antinflamatorios y antidepresivos en su residencia.
Otro
caso célebre es el de Diego Armando Maradona, un privilegiado futbolista que
ahogaba sus temores e inseguridades en alcohol, drogas y comida, siendo varias
veces recluido en rehabilitación.
Es muy
típico que los que sufran de depresión lo admitan o hablen de eso. Y no es por
orgullo necesariamente. Sucede que es sumamente complicado hablar de algo que
se siente pero que no se entiende. La persona deprimida, como todo enfermo, no
está capacitado para sanarse a si mismo. Su situación escapa de se control y si
nos son asistidos se repliegan, a veces con graves consecuencias a su salud o
vida.
Algunos
logran superarlo como el lanzador Zack Greinke, quien la padeció en 2005 y con
el apoyo de sus cercanos y el equipo, logró ganar el premio Cy Young.
Igualmente Josh Hamilton de los Texas Rangers que superó el alcoholismo para
llevar a su equipo hasta la Serie Mundial.
Sus historias son como guiones de películas de Hollywood. Pero posibles con el
apoyo y tratamiento adecuados. Es de recordar el apoyo que recibió Hamilton de
sus compañeros cuando ganaron el título de la Liga Americana , celebrando con
sodas y bebidas no alcohólicas. Prueba de que un entorno saludable y positivo
también es parte de la recuperación.
El
equilibrio psicológico de un deportista ya no es un tabú ni algo opcional en
las grandes organizaciones deportivas. Incluso en Francia, los exámenes
psicológicos bianuales son obligatorios junto a los chequeos médicos.
Nuestros
héroes deportivos no son máquinas. Tienen altas y bajas como tu y como yo. Es
esencial que las entidades deportivas, federaciones, equipos profesionales
hagan seguimientos adecuados para prevenir situaciones que lamentar que acaben
con una carrera o una vida. Los atletas y su entorno deben aceptar que
escogieron un camino de muchas presiones donde solo la paz interior, la
satisfacción y alegría de cumplir con el trabajo, son la mejor recompensa al
terminar la jornada y así auyentar a los “demonios” internos que saboteen su
éxito.
En
Twitter @RubenDVillegas