> El Blog de Rubencho: marzo 2017

Hackeando la sexualidad del siglo XXI


En todas las épocas siempre habrá heterosexuales, homosexuales, quienes experimentan un ratico o durante unos años, los castos y mundanos en la misma proporción. La diferencia está en cuántos se enteran de eso. Hoy en día, afortunadamente caminamos hacia la desmitificación del comportamiento sexual como base de la moral. 
Gracias al poder de la información, hemos ido asumiendo, paulatinamente, que la naturaleza humana no admite encasillamientos. Que se puede expresar con la manera de hablar, la religión, la posición política, nuestros gustos musicales y hasta enviando o recibiendo un simple nude. Solo quienes se han ido quedando atrás, desplazados por la velocidad de nuestra realidad, se quedan quejándose como quien lloriquea porque el autobús los dejó. Yo admiro la valentía de quien es capaz de expresar sus impulsos y deseos. Esta generación está buscando hackear la sexualidad acallada.
Los bacanales que hacían los antiguos griegos y romanos no se comparan a ninguna fiesta pública de hoy. Ni siquiera Woodstock con todo su amor libre se le puede comparar. Igualmente las costumbres sexuales de los mayas, chinos, aborígenes latinoamericanos, antiguos indostanes y así, en muchas culturas. Incluso he llegado a pensar que los occidentales hemos ido en un camino hacia el tabú de la expresión sexual. Nos horrorizamos o vemos con sorpresa a quien decide cambiarse de sexo y devoramos con morbo cualquier exhibición sexual pública de un famoso. Idealizamos la monogamia y el matrimonio por amor como si fueran cosas olvidadas cuando en realidad son conceptos muy nuevos en nuestra civilización, hasta bien entrado el siglo veinte, los matrimonios dependían de la aprobación y negociación entre familias, así que el hecho de que tus padres o abuelos hayan existido, probablemente se haya decidido por conversaciones entre jefes de familia y no por las serenatas y flores.
Por supuesto también hubo quien se casó y tuvo familia para guardar apariencias. ¿Tú te imaginas que te enteres que tu bisabuela era lesbiana y le metía a su comadrita bajo la excusa de que tejían? ¿Cuántos héroes de la independencia, presidentes, miembros del salón de la fama del beisbol y el boxeo eran homosexuales? ¿Y si después de la firma del acta de la independencia se fueron a celebrar con una orgía que haría sonrojar a Calígula y Rocco Siffredi? ¿Y quién puede dudar de su aporte a la humanidad? Pues nadie tendría la autoridad moral para quitarles sus méritos, solo porque se sepa que se atrevieron a probar cosas que tú no sabes si te gustan o te gustarán más adelante. O que quizás no te gusten nunca. Pero parte de la evolución de la humanidad, se debió en parte, a que un grupo se atrevió a experimentar.
Pero de esto, muy poco se puede contar, aunque, sin duda, harían las lecciones de historia mucho más interesantes. Mientras tanto disfrutemos de la apertura y la sinceridad con que la humanidad muestra sus verdades íntimas en estos afortunados tiempos. Yo no cambio estos años por ningún otros.

Valencia es...



Hoy es día de Valencia.
Valencia la doña, la madre adoptiva. Valencia la calumniada, Valencia amada, Valencia envidiada, Valencia altanera, Valencia hermosa, Valencia la arrogante, Valencia la histórica, Valencia la que salva la patria, Valencia magallanera, Valencia granate, Valencia ¿industrial?, Valencia la de las iguanas y las ardillas en la Catedral, Valencia la de Páez, Valencia capital.
Valencia, Valencia directo saliendo pá Valencia Big Low.
Valencia en deuda, Valencia generosa, Valencia que espera por su pago. Valencia sin partida de nacimiento. Valencia y sus pericos bulleros, Valencia y su águila bicefala. Valencia... ¿Qué hacemos contigo? ¿Que harás de nosotros? Valencia la más grande, Valencia la invadida, Valencia de la Cedeño para abajo y de la Cedeño para arriba. Valencia bifurcada. Valencia te llevo, Valencia de bolsillo, Valencia edición especial y limitada, Valencia la cantada por Billo's. 
Valencia a nuestra imagen y semejanza. Valencia de todos. Valencia es mía, 
Valencia te quedas conmigo.
Ruben Villegas

El manual del nude


Un nude es un regalo, una ofrenda, un tributo que se le brinda a quien se lo haya ganado a punta de labia, atractivo, exhibicionismo, vouyerismo o por la más pura evidencia de vanidad. Un nude implica complicidad y confidencialidad, por lo que es importante que establezcan reglas de juego para mantener el respeto, la intimidad, la seguridad y la integridad de los involucrados. Yo no sé como te gusta hacer las cosas a ti, y no voy a caer en el tema de si nos gusta o no, porque a la mayoría, hombres y mujeres por igual, nos encanta ver y/o ser vistos; pero luego de varias conversaciones sobre el tema con amistades que disfrutan tanto de este asunto como yo, llegamos a estas conclusiones y armé este "Manual del nude" para llevar la fiesta siempre en paz.

- El nude es confidencial, privado y exclusivo: No importa si la misma foto ha recorrido toda la ciudad y traspasado fronteras. Lo que te regalaron a ti, es para ti, y a menos que estés plenamente autorizado para ello, no la muestres ni reenvíes a nadie.

- El envío de un nude es... el envío de un nude: Se pueden enviar nudes por infinitas razones y solo la experiencia con esa persona puede decirnos lo que significa. Que alguien decida mostrarse desnudo no implica necesariamente que haya un deseo sexual hacia ti. A veces, como lo digo más arriba, se puede hacer para satisfacer el ego y divertirnos viendo la reacción de los demás. Una amiga me los mandaba antes de casarse porque le decía cosas más bonitas y emocionantes que su actual esposo y nunca me acosté con ella. A veces significa todo y el comienzo de un capítulo de la historia sexual y sentimental en la vida de ambos. Deja que fluya.

- El nude no se pide, se persuade: Quien manda el nude, lo hace porque quiere, porque le emociona, le excita o por la razón placentera que sea. Nunca se obliga ni se chantajea con eso. Así que nada de ponerse intenso con el tema. Sí es sí, no es no a veces. Lee bien el momento para saber cuándo activar la persuasión y cuándo retirarse cambiando el tema.

- En caso de dudas, mantente anónimo: Si la adrenalina da para quieras hacerlo pero nubla tu discernimiento para saber si esa persona es confiable, mantente anónimo. No muestres tu rostro o marcas que puedan identificarte como tatuajes, piercings y prendas como uniformes o ropa que te caracterice mucho.

- La foto pene: Esto es algo muy polémico en nuestras conversaciones. Las mujeres, por lo general dicen que no quieren ver eso, pero es falso, muchas sí quieren en medio de la emoción del sexting. Pero cuidado. Es mejor esperar a que lo pidan. E incluso hacerse el loco, si se da el caso, solo para ver si también activan la persuasión. Es mejor estar seguros que provocar un desastre en medio del cyber chanceo.

- Guardar o no guardar: Si compromete la seguridad de la persona y te pide borrarlo, hazlo. Si quieres conservarlos te recomiendo no dejarlos en tu teléfono. Construye un bóveda usando Dropbox, Drive, iCloud, Gmail o cualquier otro sistema de almacenamiento en la nube al que solo tú tengas acceso.

Me agrada hablar de este tema, al igual que de muchos otros y con todo gusto puedo hablarlo contigo para que me des ideas y aportes. Me puedes contactar por mis redes sociales, donde siempre aparezco como @RubenDVillegas.

Arte, moral y perversión



Fluir no es andar a la deriva, a merced del mundo. Es dejarnos llevar por nuestra esencia, por nuestra corriente interna, como un barco que navega a contracorriente impulsado por la fuerza de sus motores propios o con las velas ajustadas para aprovechar su propio impulso, y en ocasiones, los vientos que parecieran estar en contra. Por eso siento que la moral y la creatividad son las cabezas de un siamés. Ellas pelean, discuten, se muerden, se tiran a matar, y cuando una se agranda, la otra se achica y se calla. Porque no siempre lo que fluye en forma de arte o de instintos va de la mano con lo moral. 
Nos ponemos límites cuando nuestra creatividad para la búsqueda del placer fluye con fuerza. No porque sintamos que no podemos sino porque tememos volar por encima de lo que creemos que es el bien y el mal.
En ese viaje exploratorio podemos mirarle la cara a nuestros más profundos anhelos, miedos, perversiones, esperanzas y realidades pasadas por el filtro de nuestra percepción brindándole riqueza a nuestra experiencia, algo digno de recordar y ser contado. Todos deberíamos tener siempre una buena historia que contar. ¿Existe algo más aburrido que un puritano? Son nuestras perversiones y demás inclinaciones lo que le da sabor a nuestras existencias. Es explorar nuestro lado oscuro para darle un vistazo en primera fila, recorrerlo, sobrellevarlo y finalmente manejarlo para sacarle el mayor placer posible, por supuesto sin dañar a alguien más. Nos condicionaron a que el puritanismo es virtuoso cuando en realidad es la castración del ser, la amputación de los instintos, ¿cómo puede fluir alguien entregado a una vida de celibato, vergüenza y culpa? 
Nuestro lado oscuro merece su justo reconocimiento porque tiene la particularidad de que cuando queremos ocultarlo, termina manifestándose de formas incontrolables y dañinas. Cuando logramos conjugarlo con nuestra fibra íntima del ser, con nuestra lujuria por la vida, sacamos música, poesía, letras y arte sin límites. Arte relevante.

La envidia en el espejo



Atraes lo que eres. Por eso creo que, cuando alguien vive diciendo que le tienen envidia, es porque también es un envidioso. Es imposible pasar tanto tiempo de algo y no llevarlo dentro de sí.
En un principio creí que era una frase típica de una calcomanía en algún bus de nuestro tercer mundo, pero en las redes sociales y conversaciones en oficinas y salones de clase veo que es un tema bastante generalizado. Todos los días veo a alguien en Facebook o Instagram peleando con enemigos imaginarios o reales. En cualquier caso, es sospechoso que no hagan intentos serios de alejarse de ellos. Quieren vivir su propia telenovela con Sorayas y Malditas lisiadas incluidas para darle emoción a sus grises existencias. Y eso es muy su peo.
La envidia existe, sí, yo también la he sentido, tanto la mala como la buena. Soy un ser humano con aspiraciones, esperanzas y deseos de cosas o momentos que anhelo vivir. ¿Hay gente que me envidia? No lo sé, tal vez. Pero no me importa, no es asunto mío. No estoy interesado en saberlo. No me afecta, porque simplemente no creo en esas vibras de las que hablan nuestros brujos autóctonos. Yo no quiero que eso se enquiste en mi manera de vivir.
Contrario a lo que diga la sabiduría popular, casi siempre equivocada por cierto, en asuntos humanos, los polos opuestos se repelen y los polos iguales se atraen. El círculo de amistades y gente de confianza, pareja, compañeros de trabajo y lo que sea es decidido totalmente por nosotros en base a nuestros intereses superiores; no tiene nada que ver con que a uno le guste Arjona y al otro Metallica; uno coma pizza y el otro sushi; esas son tonterías superficiales. Hablamos de lo que llevamos dentro, nuestra esencia. Y si en nuestra esencia hay chismes, atraerás chismosos; si hay lealtad, atraerás incondicionales; y si eres envidioso, ellos vendrán a ti para que les dediques todas las imágenes ridículas de Pablo Escobar, El Guasón (perdónalos Nolan) y Miltoner que desees.
Somos imanes. Solo tú eres quien decide que es lo que se te acerca.