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Leyendas urbanas de Venezuela y el mundo



Las leyendas urbanas forman parte de nuestra cultura popular. Nadie sabe de dónde salieron o a quién se le ocurrió, pero sin duda son relatos interesantes para acompañar un café o una cerveza. Veamos algunas:


Los Minions judíos.




Por allí se dice que los MInions están inspirados en niños judios con quienes los nazis hicieron experimentos. Y la foto portada de este artículo es la prueba irrefutable (según)

Lo cierto es que la idea fue de Luciano González, un chileno con mucho tiempo libre, quien decidió juntar ciertos datos históricos fuera de contexto para hacer una broma a sus amigos y  crear esta leyenda urbana que alcanzó los 100 mil compartidos en Facebook. Por cierto, los de la fotos sí son niños. Pero son visitantes del Royal Navy Submarine Museum en Londres posando muy sonrientes (según).

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Los mensajes satánicos en el rock.

Desde Led Zepellin Iron Maiden hasta Metallica. Pasando por Ozzy Osbourne, Pink Floyd, Rolling Stones, The Beatles, Marilyn Manson hasta llegar a las Ketchup. A lo largo de la historia de la música, en especial el rock, se ha propagado la creencia popular que si tocas uno de sus discos al revés, más lento o más rápido, escucharán mensajes subliminales de adoración al diablo o promoción del pecado.
Yo me inclino a pensar que las propias bandas se encargaron de difundir estos rumores para aumentar su fama.
Se dice que Gillman intento reproducir esta estrategia pero lo que se escuchaba era la voz de chavez. Mala idea.
Esto es parcialmente cierto. 
Hubo artistas como Pink Floyd que incluyeron este tipo de mensajes pero a manera de broma en la canción Empty Spaces, donde se puede escuchar el mensaje: 

-Hello, Luka [hunters]... Congratulations. You have just discovered the secret message. Please send your answer to Old Pink, care of the Funny Farm, Chalfont...-Roger! Carolyne's on the phone!

-Okay.

A todas luces, un chiste interno entre miembros de la banda.
Una de las referencias a este tipo de denuncias, viene del año 1963 con la canción Louie Louie de Richard Berry, versionada por The Kingsman.
Esta canción se hizo famosa casi por accidente. De hecho fue grabada en una sola toma y los productores dijeron que el resultado fue pésimo. La dejaron así para ahorrar costos. Un locutor de radio la puso en su programa como una muestra de las peores canciones y el público la amó, convirtiéndose luego en un clásico del rock y banda sonora de la película Animal House (1978).
La forma ininteligible y balbuceante en que es cantada hicieron que un Gobernador de Indiana la denunciara al FBI argumentando que tenía mensajes que incitaban al sexo y la lujuria. Y así, de la mano del mismísimo Edgar J. Hoover, comienza la leyenda negra del rock. Como no entendían lo que decía, pues seguramente era pecado.







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El ratón en una lata de refresco

Los ratones aman las latas de refresco, las freidoras de Mc Donalds. Burguer King, Taco Bell y Pollos Arturo's.
En todo el mundo se han escuchado estas historias protagonizadas por algún vecno del amigo del compadre del tio que siempre tuvo mala suerte.
Sin embargo, de forma documentada, se conocen tres casos de denuncias formales de ratones encontrados en latas de refresco:
El de Sindo Abal en Pontevedra, España en el año 2007, quien encontró al roedor luego de beberse todo el líquido y el de un hombre en Wisconsin, EEUU que dice haber encontrado uno en una lata de Pepsi en 2012. Este caso fue a juicio y la compañía argumentó que era imposible, ya que el la gaseosa seguramente habría disuelto al ratón.
Bien jugado Pepsi.



Los Pitufos diabólicos


Yo tenía una colección de Pitufos. Estaban de moda. Eran los ochentas y fue una buena época para las caricaturas. Estaban por todos lados. Peluches, muñecos, piñatas, tortas de cumpleaños, loncheras, mochilas, ropa y miles de productos más.
En aquella época comenzaron a circular historias de niños que amanecían con golpes, rasguñados o que aseguraban haber conversado y jugado con sus juguetes con vida propia.
Aunque los dibujos animados seas hechos para niños, siempre habrá una mente adulta creandolos o cambiando su significado. Así, hubo curas y predicadores hablando de duendes azules que representaban los pecado capitales como la ira (Gruñón), la vanidad (Pitufina), la gula (Glotón), la Pereza (Perezoso), entre otros. 
Como la "sabiduría popular" es algo muy poderoso e infalible, miles de juguetes fueron echados a la basura o quemados. No sin antes pasar por algún ritual que involucraba agua bendita y al brujo o bruja de cabecera.
Ningún niño con este tipo de ataques fue identificado. Todo un trabajo para los Hermanos Winchester.
La niña fantasma del comercial de Toddy

Los noventas fueron la época dorada de la industria publicitaria venezolana. Y Toddy siempre ha sido el rey de las bebidas achocolatadas por encima de Taco y otras marcas.
Este comercial, donde sale un niño hablando con su abuela dejó una frase que se hizo parte de la juerga "Tú como que estas enamorado".
Pasaron los meses y solo Dios sabe de dónde salió el comentario de que la niña que aparece jugando con un gato, en realidad era un fantasma. Sí, un fantasma haciendo un cameo más famoso que los de Stan Lee.
Resulta que no había tal fantasma. La niña era hija de alguien del equipo técnico del comercial o del dueño de la casa y según otro rumor, la niña tuvo que ser tratada por psicólogos porque en el colegio no le creían que ella no era un fantasma.
Tonterías parecidas a los 248 accidentes de tránsito fatales que tuvo la Catira Regional. 
La magia de la televisión.




El Barranco de Badahoz

Este barranco ubicado en Tenerife, España, está asociado a la aparición de luces luminosas y fenómenos OVNIS. También se dice han reportado avistamientos de seres humanoides vagando por los alrededores desde hace no menos de 50 años.
Una de las leyendas que más me llamó la atención es el relato de una niña del siglo XIX que salió a buscar a su perro que se había escapado y fue hacia el barranco. 
Allí conoció a un hombre que llevaba un traje muy brillante, y este la invitó a una cueva que conducía a un valle habitado por más seres vestidos como él.
Encontraron al perro y la niña salió de la cueva para regresar a su casa.
Lo interesante del caso es que cuando llegó a su casa, todo el mundo estaba asombrado.  Habían pasado 20 años en lo que para ella fue tan solo unas horas.

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Las barajitas de Garbage Pail Kids y las drogas.




Todo un clásico de finales de los ochentas. Eran asquerosas, repugnantes, políticamente incorrectas. Geniales.
Mostraban caricaturas niños en situaciones verdaderamente vomitivas.
En algún lugar del mundo, a alguien se le ocurrió una "genial" idea para detener su comercio. Se regó el rumor que estaban contaminadas con drogas que producían alucinaciones al tocarlas.
También decían que incitaban a los niños a la violencia. Sí, seguramente era eso y no el escaso afecto, atención y disciplina de los padres.
Esto hizo que su comercialización se detuviera en muchas ciudades, aunque hoy en día he visto camisetas de esta serie de dibujos.


Los fluidos en el estómago del cantante.

Esta leyenda cambia según la época. 
Primero fue Freddie Mercury, Michael Jackson, Bon Jovi, Juan Gabriel, Axel Rose y Marilyn Manson, y hace un par de años, Miley Cyrus.
El cuento es básicamente que este cantante fue recluido en un hospital por presentar fuertes dolores estomacales.
Al hacerle un lavado intestinal, el infortunado arrojó unos tres o cuatro litros de semen.
La verdad es que con el mismo cuento con tantas identidades da para ponerlo a dudar, además de ser absurdamente imposible.
Pero es divertido hablar de la vida privada ajena.

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De Elvis Presley se dice que ha sido visto en diversos lugares del mundo comprando en supermercados, paseando en bici por Buenos Aires, como empleado de gasolinera en California y vendiendo lotería en Madrid. 
O según los Men in Black, se marchó a su planeta de origen.
Respecto a Jim Morrison, hay algunos empeñados en decir que un día, el hombre tomó su guitarra, a su novia y se marchó. Así sin más sin que el FBI u Horatio Caine pestañeasen.
Lo cierto es que ambos murieron por sobredosis de drogas con autopsias certificadas. 
Elvis yace en Graceland y Jim en París. 


Polybius, el videojuego maldito.

Este videojuego de Arcade o de maquinitas, supuestamente fue lanzado en 1981 por la compañía Sinnesloschen (pérdida de los sentidos en alemán creo). Y fue distribuido en algunas ciudades de EEUU.
Se dice que los jugadores experimentaban una fuerte adicción a este juego y también comenzaban a sufrir trastornos mentales. Tenían fuertes mareos, pesadillas, pérdida de memoria, entre otros. Por supuesto no faltó quien comentase de algún caso de suicidio.
Se decía que hombres vestidos de negro, visitaban los lugares donde estaban instaladas las máquinas para tomar nota del comportamiento de los gamers.
Quienes aseguran haberlo jugado, dicen haber comenzado a ver figuras fantasmales alrededor y que en la pantalla salía mensajes subliminales rápidamente. Entre ellos "Kill yourself".
Esto por supuesto nunca se ha comprobado, no hay registros fotográficos de las máquinas y se parecen mucho a los sintomas que tengo luego de pasar ocho horas sin comer ni dormir, orinar ni tomar agua jugando al FIFA . La foto grafía a continuación es solo una recreación.


Yo no extraño a mi país

La madre del emigrante. Gijón, España.

Sí, es mi caso. Seguramente muchos de quienes me siguen extrañan las playas o Mérida, y eso está muy bien. Pero yo no añoro a Venezuela como tal por circunstancias muy particulares. Extraño el cómo me sentía con los míos, independientemente del lugar donde estábamos o visitábamos. Ellos eran quienes impulsaban mi apego, mi sentido de pertenencia. Y ahora ellos tampoco estarán allá en el corto plazo. No sé si volveremos a vernos en Venezuela algún algún día. Pero siempre los llevaré conmigo.

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La presencia es insustituible. La pantalla es un placebo. Una solución que no es ficticia pero que alivia un poco. Pero no hay olor ni sonidos de respiraciones, ni gestos o tics que nos digan más de lo que leemos. Es sólo un visor a la dimensión paralela que no queremos sacar de nuestra vida. Los que se quedaron o tomaron otros rumbos.
Escribí un libro sobre venezolanismos, El orígen de palabras y expresiones venezolanas, y es normal que les parezca contradictorio el hecho de no extrañar a Venezuela como lugar a pesar de escribir sobre eso. En realidad extraño a la gente cercana que usaba esas expresiones. Me gusta escribir sobre las personas. Mis personas.

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No puedo extrañar un país que sinceramente siempre ha estado en decadencia. No extraño a los motorizados haciendo lo que les da la gana. No extraño el culto militar. No extraño a los policías o GNB por quienes me tomo una cerveza cada vez que fallecen para ligar que el infierno realmente existe y ellos estarán allí por todo el mal que siguen causando. Sí, sus muertes son motivo de celebración. Y no lo lamento por sus familias. Son un mal menos en el mundo. No extraño la basura regada en las calles por la desidia de mandatarios y mala educación del "pueblo". No extraño el pésimo sistema educativo. No extraño tenerme que meter el teléfono en las media para que no me roben. No extraño la sensación de recibir una llamada o mensaje a medianoche con el temor de que sea la noticia del asesinato de uno de los míos. No extraño el viajar a otra ciudad e autobús con el temor de un accidente o un atraco masivo. No extraño desconfiar del que viaja a mi lado en el metro. No extraño tener que regresar a casa de madrugada con los nervios de punta. No extraño a los funcionarios públicos que te tratan como basura. No extraño a los vecinos que les vale verga tu paz cuando les da la gana de poner reggaeton y vallenato tres días consecutivos. No extraño que se me vaya la luz. No extraño bañarme con tobos de agua. No extraño tener que ir a un hospital con más miedo que a la muerte misma. No extraño el discursito socialista y populista de políticos del gobierno y oposición. No extraño el borreguismo de idiotas que quieren vendernos a chavistas como simpáticos, ocurrentes e inocentes. No extraño toda esa enorme cantidad de cosas que nos llegaron y creamos, que ahora nos convirtieron en migrantes desparramados por el mundo.

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No, no quiero que Venezuela el país de antes. ¿El de antes de qué? ¿Antes del chavismo? ¿Antes de los adecos y copeyanos? ¿Antes de la peste militar de principios del siglo XX? ¡Antes de la guerra Federal? ¿Antes de La Cosiata? ¿Antes de la Independencia? ¿Antes de Colón? ¿Antes de las masacres entre los Caribes y el resto de los Arawacos?
No, me niego a querer algo de eso. Porque todo eso nos trajo hasta aquí. Y yo quiero romper con todo eso que eramos y somos. Por la misma razón que no quiero volver con mis ex, solo porque la actual me hizo algún daño.
Quiero ver gente emprendiendo y libres para hacerlo. Quiero que tengamos una educación que nos prepare para la vida y donde la evaluación y contratación de profesores sea la más estricta de América. Quiero poder tomar fotos de mi ciudad natal con mi teléfono cuando yo quiera. Quiero que la plaga militarista sea borrada del mapa y no volver a hablar de ejércitos ni fuerzas armadas; quiero que todo eso sea abolido y castigado debidamente. Quiero poder viajar cuando me plazca. Quiero ver un partido de futbol y beisbol sin tener la eterna duda y sospecha de que todo fue arreglado y comprado o que sus fondos son de origen oscuro. Quiero una sociedad que vea más allá de existir para tener hijos, hijos y más hijos sin ver si pueden darles calidad de vida. Quiero arte y cultura libres, y no una cuerda de vagos y mantenidos haciéndose llamar artistas para que el estado les costee sus cervezas. Si vamos a hacer artes, al menos hay que tener las bolas de hacerlo rentable. Sino, pues que sea un hobbie. Como en mi caso.
Quiero que seamos reconocidos por logros como personas y no como sociedad. Y no por accidentes geográficos ni asuntos subjetivos de estética corporal. 

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Quiero tantas cosas y que para bien y para mal, he hallado en otros lugares... 
Como verás, por eso algunos dicen que soy un pésimo venezolano. O que quien no quiere a su patria no quiere a su madre. Ahí me perdí. En el hilo argumental entre el culo y las pestañas para ser exactos.
Pero es lo que tenemos. Y esto es lo que quiero. 
Pido demasiado.
Lo sé.

La carga mental de cada día. Cada género con su cruz

El baile. Salvador Dalí. 
Todos llevamos una cruz por ser hombre o mujer. Y también somos la cruz de alguien. La mayoría de las veces, sin saberlo. Incluso quien nos carga como cruz, tampoco lo sabe, por lo general. 
Muchas veces he cometido el error de delegar control sobre las cosas que no comprendo, no soy bueno haciendo, no me gusta hacer y que sinceramente, hago solo por supervivencia. Cocinar es una de ellas. Mi eterno talón de aquiles y por el que he hecho muy poco por solucionar. No lo disfruto. Ni siquiera cuando lo he hecho bien.
Más allá de disertar si es necesario que aprenda a cocinar más cosas, aunado al hecho de ser inmigrante, que puede llegar a convertirse en un oficio, o que los varones de mi familia sean buenos en este arte (incluso los más pequeños), creo que es un asunto de delegar una cruz. Mi cruz.

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Por lo general he delegado esa cruz a personas que sí lo dominan y lo hacen bien. Nunca le he espetado a alguien que no me gusta su comida por el hecho de saber que hacen un enorme esfuerzo y aplican un talento que estoy lejos de tener. No es que me conforme. He tenido suerte de rodearme de personas que son buenos en eso.
Entonces espero ser de ayuda en algo que me pidan. Erróneamente lo miro así porque en realidad no es una ayuda a esa persona. Es mi comida. Algo de lo que también me beneficio. Me ayudo es a mi mismo. Pero esto lo racionalizo escribiendo, no en la cocina.
Al cometer este error de vida cotidiana, delego esa carga mental en la persona que me acompaña. No sé si hablar de un asunto cultural, porque veo este rasgo es culturas occidentales y no occidentales. Así que es más un asunto humano.
Los hombres por lo general tenían la tendencia a delegar las funciones del hogar para concentrarse en la carga mental de ser proveedor.
Muchas cosas han cambiado el tablero y hacen que esto ya no sea generalizado. La integración de la mujer al mundo laboral y el control que ejercen sobre su maternidad. La migración en solitario. El derrumbe de estereotipos de comportamiento masculino. Y así un montón.

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Transferimos en nuestras parejas o acompañantes el mantener el orden en el hogar. Ya sabemos que esta dinámica ha cambiado con los años. Pero ciertas taras se mantienen.
El ego nos empuja a mantener ciertas posturas sobre el cómo queremos vivir. Yo sigo delegando el control de la cocina porque en mi ego es suficiente romperme la cabeza generando dinero. Como yo me jodo trabajando, que cocine la otra. El asunto es que la otra también trabaja. ¿Quién hace mayor esfuerzo? No lo sé, depende de tu realidad particular.
Por un lado, las mujeres han tenido la tendencia a buscar mantener el hogar en orden. Y el hombre es un proveedor. Y siendo amable o moderno, un ayudante.
Para mí, el pasar una escoba, aspirar, lavar, recoger el desorden, es ayudar a mi pareja. Y no, porque esa ropa que se lava también es mía, son mis pies los que pasan por el piso sucio y el desorden seguramente también cooperé para causarlo. Pero como soy romántico, prefiero decir que ayudo en las tareas de la casa. Aunque sea un pésimo concepto.

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Eso sí, voy a las tareas específicas. Si lavo es eso. No implica que también ordene el trastero donde se cuelga la ropa. Si paso una escoba, no implica que limpie los vidrios. Y menos los de aquí que parecen un juego didáctico donde hay que mover 3 capas de vidrios. Es una ladilla total pero alguien tiene que sacar medio cuerpo hacia el vacío hacerlo. Un superhéroe ayudante. Como yo. No todos los héroes llevan capa pero me vendría bien una por si un día me caigo y me sirve de paracaídas. Y así mi ego se infla un poco más y se satisface. Ayudé. Alaben al héroe y dadle una cerveza fría.
Es héroe se centra en tareas concretas y específicas. Olvida ver el conjunto de cosas que arman el sistema de mantener la casa en orden. Como cuando Iron Man acaba con media ciudad, afectando hogares, puestos de trabajo y servicios públicos para acabar con sus enemigos pero olvidan que ese desastre alguien debe arreglarlo. Pero el héroe no limpia. Y punto. 

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Hasta que nos lo pidan. Si no lo piden, la culpa es de ella que se satura. Se satura porque quiere y es una neurótica que amaneció con el culo desarropado. No es porque espera un poco de proactividad. Son nociones aprendidas. No nacimos así. Las vimos, nos pareció bien y las reproducimos.
De la misma manera como aprendimos que debo ser el proveedor, el que más gana dinero, el que resuelve y consigue todo. El plomero rescatador de princesas. El que mantiene la calma para encontrar una solución. El que no tiene tiempo para ponerse a reflexionar sobre la vida. Y no hablemos de conmoverse. Eso implica una falla de testosterona grave y anticonstitucional. Ni hablar de pedir ayuda. ¡Por Dios, que falta de hombría es eso de pedir auxilio con lo que no sabemos resolver o identificar! Los que piden direcciones en la calle o no saben por qué amanecieron tristes o que no pueden subir seis pisos con un sofá de IKEA a cuestas deberían tatuarles un letrero de discapacitados en la frente. Y sobre sexualidad ni hablar ¡eh! Uno fija el objetivo, ataca, satisface, cumple y punto. Sino, un balazo y pal rio. Esa es nuestra carga mental. Puesta por nosotros mismos y reforzada por mujeres y hombres alrededor. Nuestra cruz. Y pesa. Parecerá una tontería pero es bárbara.

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Tal vez nos la tomamos muy a pecho pero no es casualidad que los hombres sean mucho más propensos a desarrollar enfermedades mentales como depresión, esquizofrenia, ataques de ansiedad, entre otras, y que después desemboquen en temas que van desde la alopecia, disfunción eréctil y trastornos de sueño hasta infartos fulminantes y paros respiratorios. Por supuesto pasando por el suicidio en especial después de los treintas. Solo en España, y no hablo de Venezuela porque sabemos que en los países bajo socialismo nunca se divulgan cifras reales aunque sabemos que debe estar en cotas históricas, la tasa de suicidios entre hombres llegó a 74,5 % frente a un 25,5 % de mujeres según este artículo. Situaciones que se disparan en la mayoría de los casos por esa presión que nos metemos. En cuanto al método, eso de meterse pastillas es muy Delia Fiallo, lo de nosotros es la sangre, el gore y el drama colectivo. Balazos, ahorcamiento, caídas al vacío y trenes. Morir como un hombre. Para nosotros es ganar o morir. Literalmente. Por el ego.
Sabemos que el mundo ha cambiado y muchos patrones de conducta se van disipando. Pero hay que hablarlo con quienes compartimos la vida. No solo con nuestras parejas. Allí entra todo nuestro entorno Esperamos demasiado de los demás. Aprobación y que satisfagan nuestras expectativas principalmente. Burbujas de ego que terminan por lastimarnos a la larga. Somos lo que somos y los otros son lo que son. Los cambios dependen de sus propias decisiones basados en lo que ven en el ambiente. No quisiera seguir asumiendo que el otro se de cuenta de lo que me pasa si no se lo digo. El otro no puede asumir que yo haga algo de lo que ni siquiera soy consciente. Nadie te debe nada por compartir su vida contigo. Lo que te de es porque quiere, o al menos es lo ideal.
Hasta aquí por hoy, que este estacionamiento no se vigila solo.

Y si regresamos, ¿qué aportamos?



Existen cientos de guías en internet sobre qué debes aprender cuando eres inmigrante. Yo mismo he escrito varias. Algunas las he cumplido cabalmente y en otras he fallado de forma escandalosa. De todas he aprendido. Pero ¿qué podemos enseñar y aportar en caso de que regresemos?
Estamos regados en muchos lugares del planeta y de cada uno podemos recoger cosas muy positivas. Por algo nos vinimos para acá. Obviamente porque están mejor que nosotros en muchos aspectos que nos interesan. Y lo más sensato sería tomar nota de eso. No en todos los países se cumplen todas estas anotaciones, porque lógicamente todos tienen sus propios defectos y pecados. Ningún país, nada que sea humano, es perfecto. Esto es un recopilatorio de lo que he visto en persona y a través de gente que aporta cosas positivas en internet.


¿Qué aprendes siendo emigrante y puedes aportar si regresas algún día?

Libre mercado. Solo la ley de oferta y demanda, el mercado, puede regular precios. No el gobierno.

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Respeto a las leyes de tránsito. Ser motorizado, conductor o peatón no te da licencia para pasártelas por el forro. Pregunta en Londres qué pasa si te comes la luz.

La corrupción burocrática no es ayuda. Solo crea mafias que tarde o temprano perjudican a todos. Incluyéndote. ¿Has podido conseguir un contacto en alguna oficina de migración de Canadá para que te saquen tu visa de trabajo rápido? Pues eso.

Los policías y militares deben respetar a los ciudadanos. Y si son figuras temibles deben ser encarcelados.

La libertad de expresión no es negociable. Sí un medio, periodista o ciudadano común no te agrada su opinión, lo ignoras y ya.


Aprender un oficio puede llevarte al éxito tanto como una carrera universitaria. Los que vivimos en Europa lo sabemos muy bien. Saludos a todos los ingenieros, abogados, contadores, maestras, etc que ahora son chefs y bartenders bien cotizados en Panamá, República Dominicana, Chile, Perú, EEUU, Irlanda, Inglaterra, Francia, Italia y España. Gente como ustedes entendió el mensaje.

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Detección de comunistas, chavistas y demás chulos o saqueadores apenas abren la boca.

Si los jubilados viven bien y los jóvenes pueden viajar o irse a vivir solos generando su propio dinero, entonces vamos bien.

El gobierno no te debe nada solo por ser de tal país. Hay que buscarse la vida.

Decir adiós y hasta luego. Aprendemos a dejar ir y quedarnos solo con lo que es útil.

Un militar con poder es la peor idea que se te puede ocurrir.


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La puntualidad es obligatoria y muestra respeto al otro. Ser impuntual no te hace creativo ni te da importancia. Solo te hace ser un mmgb. ¿Han sancionado a alguien por eso en una empresa o cancelado una cita en el país que te recibe? ¿Por qué esa tiranía?

La enseñanza de ciencias, economía, humanismo y civismo son pilares de un sistema educativo.

Hay un montón de gente rara leyendo libros en el Metro de tu nueva ciudad. Pregunta por qué.

Los maestros y profesores de todos los niveles deben ser evaluados constantemente.

Debes aprender a hablar al menos un idioma, aparte del español. Lo lamento si leiste esto después de la entrevista de trabajo.

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El estado es el peor empresario que existe. El estado no necesita ser competitivo. Solo recauda y reparte. Por ende puede darse el lujo de no innovar ni ser creativo. Y más temprano que tarde convertirá todo lo que toque en mediocridad. Cuenta la cantidad de empresas con tecnología de punta en manos de funcionarios públicos en el país que vives. ¡Ah! ¿Viste?

La anarquía y la violencia no son normales. Ni siquiera en la tribuna de un estadio. ¿Qué pasó la última vez que alguien lanzó un vaso de cerveza en Fenway Park? Ah bueno.

Es bueno saber el origen de todo. Incluyendo el dinero que te regalan o el beneficio que disfrutaste. No existe lo gratis.

Cuando un gobierno cierra un negocio, no es justicia. Pierden todos. Incluyéndote.

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Tener playas bonitas no sirve de nada. La industria turística genera empleos y prosperidad. A los turistas se les debe tratar con respeto. Así como querías que te tratasen la primera vez que llegaste a Madrid.

Ser emprendedor, creativo y exitoso es bien visto. Y no, no están obligados a compartir el fruto de su esfuerzo contigo. Ser rico no es malo. La envidia y el robo sí lo son.

Un inmigrante debe aportar a la sociedad que lo acoge. Con trabajo y buen comportamiento.

Ser simpático o carismático no es suficiente para votar por alguien. ¿cómo son y cómo son percibidos los líderes políticos de tu nueva casa?

Que hayas leído o visto algo en Internet, en especial en Facebook, Twitter o Whatsapp, no quiere decir que sea cierto. Hay que investigar para poder opinar, condenar, alabar o cualquier cosa.
Un inmigrante con conocimientos académicos y de oficios siempre es un recurso aprovechable. Hay que generar condiciones para que aporte con lo que sabe. Los gringos los hicieron durante y después de la 2da Guerra Mundial (caso Einstein por ejemplo) y Singapur tiene una política de contratación de profesionales en tecnología muy interesante.

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Las mujeres y los hombres pueden ir vestidos como quieran en el espacio donde puedan sin que eso signifique amenaza para ellos o tus creencias. Y mira que en verano se ve cada cosa en la calle...

Nadie está obligado a tener tu religión ni la de la mayoría. Estado laico.

Los chistes sobre inmigrantes al final se devuelven. El hecho de que antes no sabías que había una palabra llamada xenofobia, no quiere decir que no existía o existe como hecho.

Lo que hagan tus mascotas es tu responsabilidad. Carga tu bolsa de excrementos si los paseas y adiéstralos. No te hagas el loco. Conoces muy bien las multas de tu ayuntamiento por ese detallito.

Cada quien tiene su guión de vida. Tener 30 y no querer casarte o tener hijos no te hace menos humano. Vive para tí.

Ganar miss universos no es un mérito social. Ser reconocidos por generar conocimiento para el bien común, sí lo es. ¿Ya sabes por qué son reconocidos tus nuevos vecinos?

No, no eres hijo de Bolívar y nadie te debe nada por eso. Eres hijo de tu mamá y tu papá. Entérate.

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Ponte tus audífonos para escuchar tu lírica única, original y diferente. Me molestaría enormemente tener que escuchar tu bendito Concierto para violín en Re Mayor, Op. 35 de Tchaikovsky a todo volumen en el tren de los Valles del Tuy mientras tarareo a Pastor López en mi mente para alinear mis chakras.

Si no lo haces en ese país siendo inmigrante y ves que las cosas funcionan, no lo hagas si regresas. Es como si fregases los corotos en casa ajena, pero te meas en la sala de tu casa. Vainas de locos.
Hay un mundo enorme y hermoso más allá de la Autopista Regional del Centro que espera darte excelentes lecciones con mucho amor o a carajazos. Abrázalo.
Hasta pronto, que estos baños del centro comercial no se van a limpiar solos.

Héroes y villanos versus el equilibrio universal

Escena del Ragnarok. Ilustración medieval.
La humanidad ha llevado la definición del bien y el mal por los peores caminos. No hemos entendido que no somos binarios. Nuestro mundo no es blanco ni negro, sino una infinita variedad de grises.
Nada es completamente bueno o mal. Incluso el amor, la bondad y el altruismo llevan implícito un poco de ego. Hacemos bien para sentirnos bien. Damos amor para aliviarnos.  Mucha gente ha conseguido poder e influencia por medio de ayudas y apoyos a sus semejantes aunque no haya sido su intención consciente. Les ha llegado por consecuencia del bien que hacen, que rebota en bienestar para ellos. Y eso no es malo o tóxico necesariamente. Es solo nuestra naturaleza.

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Los vikingos crearon el Ragnarok, así como en la Biblia fue necesaria la existencia del Apocalipsis para advertirnos de la pugna entre el bien y el mal. Solo que no tenemos muy claro en qué bando estaremos. Lo que sí es seguro es que nos veremos como los buenos. Y te explico.
Hubo gente que quiso hacer el bien a su manera. Pero sus delirios y la nula empatía los llevaron a convertirse en tiranos. Stalin, Hitler, Fidel, Chavez, Franco. Todos querían ser salvadores, ser la cabeza de un proceso histórico. Y todo terminó con millones de personas sufriendo hambrunas, sin libertades o simplemente asesinados. Así como hay gente que son llamados buenos. La creación de la imprenta, la fabricación en serie, la informática y la robótica han sido grandes avances y le agradezco eternamente a sus precursores. Pero dejaron sin trabajo a miles de personas que no sabían hacer otra cosa que fajarse a mano limpia con todo. Pobres de sus familias. Mala leche.


Pero me llama la atención la necesidad del equilibrio en estas fuerzas. Es como si tuviéramos la necesidad de emparejar las tendencias sociales. Ante cada una de ellas siempre habrá una opuesta. Nadie quiere que nada sea absoluto. Quizás por eso terminamos odiando a los equipos, atletas o artistas con más fans. Odiar al Real Madrid, el Barcelona, Cristiano, Messi, los Yankees, el reguetón o Ricardo Arjona, es ya un deporte en sí mismo. Todos merecen nuestro rechazo y nuestras más profundas investigaciones para demostrar sus miserias y sus pies de barro. Y nuestro absoluto rechazo secreto o divulgado. 
Es terrible que todo lo que hagan sea viral o se traduzca en éxitos o dinero para sus arcas. Es necesario que exista otra fuerza opuesta y celebremos sus caídas. Por eso no son pocos los fanáticos de los Tiburones de La Guaira, el Betis o Newells. Nos encantan que los que menos chance tenían de ganar, lo hagan. La liga que ganó el Leicester hace un par de años no dejó indiferente a nadie. Era el triunfo de los David contra Goliat. El ascenso a la gloria de los desposeídos (aunque por detrás hayan inversiones millonarias y jeques árabes o chinos con mucho tiempo libre).


Pobrecitos Pepe Mujica, Lula, AMLO y Maduro que ganaron elecciones renunciando a sus salarios. Que héroes. Conmovedores. Son unos santos. Total, nadie mirará que un simple salario es nada cuando tienes el poder absoluto en tus manos. "Quienes no conocen la diferencia, no merecen mi respeto" dijo el caído Frank Underwwod.
Estamos observando el choque de tendencias dominantes contra las nacientes o resucitadas. La convulsión socialista que asaltó (y saqueó) a latinoamérica hace surgir a pensamientos radicales de derecha que ya van formando grupúsculos y movimientos. En Venezuela con el totem de Pérez JIménez como ícono. No nos detendremos ante la profusión de hechos inexistente o frases atribuidas. Así como las políticas de fronteras abiertas y tolerancia al Islam dan pie a la aparición de grupos nacionalistas y radicalismo cristiano con cada vez más espacios en Europa. El buenismo que olvida el estado del bienestar basado en las libertades, la seguridad y el desarrollo, no tardará en ser visto como un problema. Las actitudes blandengues y vacilantes de Obama en temas económicos y sociales, en momentos de desbalance en EEUU, trajo como consecuencia a Trump. Y la existencia de Trump, probablemente nos traiga movimientos abiertamente socialistas a la escena política norteamericana.


El lobby marxista cultural que se apropió de movimientos feministas y ecologistas, nos trajo a movimientos que ya etiquetan a dichos conceptos en líneas amenazantes a la estabilidad social. La desinformación y a radicalización en ambas orillas juega roles importantes. Como redes enormes buscando pescar en los bancos de peces enormes en los que se convierten las masas. Irracionales por naturaleza ante el amparo del anonimato. A la hora del zaperoco, nadie votó ni apoyó por los culpables.
La implantación de la mano blandengue que propicia el descontrol y el caos, originará a la mano dura que imponga el orden. La mano dura será la llamada a la mano rebelde. Todo héroe necesita un villano. Batman sería un inútil si el Guasón muere. River necesita a Boca para que la liga valga la pena. Nadie se imagina a un Caracas sin el Magallanes. ¿Necesitaríamos a Dios si no existiera el Diablo? Retador y campeón se necesitan para existir. Y así seguimos. Y seguiremos.

La libertad, la única lucha

"Empieza a luchar. Demuestra que estás vivo. 
Si no reivindicas tu humanidad te convertirás en una estadística."
Tyler Durden. El club de la pelea.

Las tentaciones de San Antonio. Detalle. Salvador Dalí.

Hay luchas que tienen milenios. Unas pasan de moda. Otras fueron desechadas por incoherencia o incompetencia de sus voceros. Algunas buscan poder, dinero. Otras son por quedarse con todo el poder y que nadie (que no sean sus secuaces) tenga acceso a nada.
Hay luchas artificiales. Hay luchas de agendas tan ocultas que tan solo el asomo de sus propósitos producen estupor y vergüenza.
Se lucha por ser reconocido como una persona con sentido común y capaz de tomar decisiones como hacíamos en la adolescencia, así como se lucha por lograr la independencia de un país. Se lucha porque las mujeres, gays, o personas de cualquier minoría racial o religiosa tengan libre acceso a los más amplios derechos civiles.


Todas estas luchas tienen algún nombre poético, algún "ismo" que busca aglutinar, agrupar en torno a ideas. Obviamente, entre tanta lucha, muchas chocarán entre ellas. El conflicto forma parte del orden universal. Pero no todos buscan la libertad.
La búsqueda de la libertad implica un supremo acto de valentía, siempre partiendo desde el individuo, para que luego tenga impacto real en lo social. Porque un individuo obligado a estar en una lucha, por muy válida que parezca, no es libre. Y si no hay libertad, no es nada.
Si los que buscan igualitarismo y justicia social tienen como objetivo y propuestas la anulación de los deseos individuales en nombre del bien común, entonces no hay lucha por la libertad. Y de eso nos pueden decir mucho los que padecieron a la URSS, y el resto de Europa del este, la colonizada por estas ideas colectivistas tan buenas y libertarias que tuvieron que metérselas a la gente en forma de de hambrunas y plomo. 
Un gobierno puede proclamarse revolucionario, humanista, ecologista, feminista, sindicalista o cualquier cosa que te puedas imaginar que termine en "ista". El difunto chavez lo hizo. fidel también. Y daniel ortega, así como lula, felipe mujica, maduro, y una larguísima lista de pretendientes del poder de todos los credos y nacionalidades que a su vez son amiguitos y altos aliados de tipos como Putin, Rouhani y Mugabe, a quienes les valía, les vale y les valdrá verga los derechos y luchas de los mencionados al comienzo del párrafo. Y los aplaudieron. Voceros de esos movimientos, artistas y autoproclamados intelectuales saltaron a tomarse fotos puño en alto. Qué lindos. 
¿Pero son voceros de la libertad? No.
Apoyas a los palestinos en su lucha contra los israelíes? Bien por ti, bravo. Seguramente eres un extraordinario ser humano, o al menos te consideras así. ¿Has averiguado e investigado sobre los derechos civiles de las mujeres, homosexuales, cristianos y otras minorías en territorios palestinos? 
Antes de proclamarse como defensor de libertades hay que ver primero con quien juntarse. Digo yo. Comenzando por ahí.


Los conciudadanos de países bajo populismo socialista o de derecha no son libres. Algunos por la obvia persecusión que los condena al exilio, la cárcel o el asesinato. El cuestionable y escaso acceso a la información. Y la más engañosa pero más esclavizante, la dependencia total del gobierno de turno para acceder a la comida, vivienda, medicinas o cualquier bien que por necesidad o vanidad lo deseen. Un gobierno, que nos da todo, una persona que nos regala todo no nos quiere libres. Nos quiere atados a sus cadenas disfrazadas de "buenismo". Porque no hay nada más revolucionario que un ser humano autónomo.
Tenemos libertad de aceptar algo o decir que no. Y esa aceptación o negación debe nacer de nuestros deseos como individuos. Sí, habrán muchas cosas que aceptaremos por la dinámica social que vivimos. Saludar a quien no queremos, hacer una llamada no deseada, ir a un empleo temporal desagradable, y así muchas otras. Ni modo.


Tenemos derecho a ser libre de elegir si queremos ser materialistas o no. Hay gente que quiere emprender, ser millonarios, vivir como rockstar ochentero. Porque los seres humanos somos vanidosos y ambiciosos. Somos libres de serlo o no serlo. Y eso está bien. Mientras no jodas a nadie, está bien. Pero también podemos joder a alguien siendo libres. Eso es posible. Puede ser que lo merezca o no. Nada es tan simple. Piénsalo. 
Otros queremos un apartamento de dos habitaciones, agua caliente y electricidad suficiente para que el WiFi funcione. Porque el dinero hay que rendirlo para que nos alcance para seguir de mochileros por el mundo. Una amiga quiere tener un huerto para cultivar sus propios tomates. Otros quieren tener la libertad de comprarlos donde les dé la gana. Una chica que conozco quiere vestirse como le de la gana y otras la censuran por "cosificarse" y otros tantos por inmoral. Lo cómico es que unas eran ultras del feminismo y las otras eran  de una cofradía de una virgen, de esas que guardan una estampita de Franco por ahí en algún baúl. Los extremos se tocan y hacen corto circuito.


¿Quieres contar tu vida y saber de los demás por redes sociales? Bien. ¿No quieres tener nada que ver con el malvado Facebook? Chevere. ¿Quieres ser vegano? Dale. ¿Quieres comer ternera cada vez que se te antoje? Buen provecho. Pero que sea tu decisión, no porque alguien te la impuso en nombre de cualquier idea. No porque tu gobierno cortó el acceso a internet ni porque unos activistas escracharon a los dueños de restaurante favorito.
El crimen no es desear tener o no desear. Tampoco lo es querer ser o no ser. El crimen es imponerle al otro como debe vivir y pensar, bajo la amenaza de considerarlo un sociópata, una amenaza o un desadaptado.
Y esa es la gran pregunta que hay que hacerle a cualquier movimiento político y social. Y tambi-en es la pregunta que debes hacerte en cualquier faceta de tu vida. Como emprendedor, empleado, pareja, soltero, padre o madre, sin hijos, conductor, pasajero. ¿Esto me hace libre? Ahí está el detalle.
La historia, nuestra experiencia y nuestros deseos nos han enseñado que la única lucha que vale la pena es por la libertad.

¿De qué hablamos los inmigrantes?


Hace unos días rectifiqué sobre lo que dije, que al emigrar cambiamos unos problemas por otros. Sigo creyendo que eso no es del todo cierto. En realidad seguimos llevando a cuestas muchos asuntos por resolver en nuestros países de origen. Y esa realidad también cambió. Ahora llevamos asuntos de otros países donde quizás nunca hemos ido pero tenemos familiares y amigos allí. Por ejemplo, yo nunca he visitado Perú, Ecuador, Argentina o Chile pero ya tengo algunas nociones sobre tasas cambiarias, leyes migratorias y tendencias políticas en auge. Entonces el terruño no era importante para mí. El Salto Ángel, las playas, y todo eso me resultan irrelevantes porque mi foco eran los seres con quienes compartía. Y al no estar ellos allí tampoco, pues todo para mi, queda claro.

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Nuestros problemas son muy particulares y hacen que nos enfoquemos en otras cosas. Incluso si el bombardeo informativo en nuestros nuevos hogares se empeña en hacernos ver otros temas.
Si te vas a Europa, lo normal es el debate social sobre feminismo, reconocimiento de derechos civiles a LGBTI, medio ambiente, inmigración musulmana y africana, el coqueteo con la izquierda o derecha extremas, los realities faranduleros, fronteras, subidas o bajadas del Euro y la hegemonía rusa, entre otros. 
Si te fuiste a EEUU, la conversación gira en torno a los impuestos, Trump, inmigrantes ilegales, Trump, feminismo, Trump, las multinacionales de comunicación, Trump, entre otros Trumps.
Los que se fueron al sur de América lo que oyen es sobre subida y bajada del dólar, déficit fiscal y populismo.

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Nosotros venimos de hablar sobre buscar comida y medicamentos, las colas inmensas e interminables para conseguirlos, el apartheid político que implanta el chavismo como parte de la receta marxista, que fulanito se murió porque no consiguió el tratamiento, que el policía o el militar anda amenazando a la familia y hay que pagarles vacunas, los malandros que mataron a nuestros conocidos, amigos, familiares y parejas, que los chavistas andan viendo donde más joder al que no han jodido, o qué medida soviética implantan para cerrar cualquier ventana a la libre expresión y protesta. Entre otros. Sacando por supuesto el tema de las propuestas opositoras en todas sus tendencias que a esta hora están totalmente paralizadas, por lo que se convirtieron en irrelevantes.
Sí, venimos de ser jodidos horriblemente por la izquierda. Por el marxismo en su empaque  mercadeado exclusivamente para latinoamérica: Caudillismo, populismo, ser rico es malo, el empresariado y los comerciantes te explotan mientras "Solo el caudillo salva", ser pobre es ser honesto, digno e inocente, la verborrea ecologista mientras acaban con el Amazonas y el acceso al agua potable depende de camiones cisternas, y otros cuentos que tu y yo conocemos.
No es que seamos indolentes ante todos esos temas que se hablan en nuestros nuevos destinos. Es que estamos contaminados y traumados (eso se lee muy dramático, lo sé) por cosas que subjetivamente nos parecen más graves.

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Que se entienda que no haré activismo ecologista, feminista ni pro LGBTI, ni pro nada cuando sus discursos y voceros se ponen sus franelas del Ché, nos hablan de "igualdad a juro", limitaciones a la producción, eliminación del libre mercado, creación y posterior reparto arbitrario de la riqueza (de los demás por supuesto) o se toman fotos con personajes que vimos llegando por la rampa 4 de Maiquetía para tomarse su gran foto sonrientes y prósperos con chavez y maduro, vendiéndose como antisistema, siendo cómplices del sistema con mayor cantidad de asesinatos y producción de pobreza de la historia: El marxista en todas sus vertientes.
Aunque luego siempre tengan a "su vieja confiable" cuando todo se derrumbe: Es que eso no era verdadero socialismo.
Aguantar, respirar calmadamente, contar hasta diez para evitar que e puño se vaya directo a la jeta de quien suele decir esto, ya es un mantra. Uno es civilizado y hay que controlar los impulsos. Orden y decoro.
No, y no voy a disculparme. No puedo tragarme esa vaina. El empaque es distinto pero el contenido lo conozco. Tengo 20 años viendo a mi país ahogado y enfermo con eso.

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No es indolencia nuestra. No es que no nos importen esas luchas. Algunas me parecen justas, otras no. Es que ya esa historia la conocemos. O estamos pensando en otras cosas. Nos preocupan más las mujeres que mueren en los hospitales, el nulo acceso a los anticonceptivos o productos de higiene personal, así como que sean usadas como moneda de canje entre delincuentes, policías y militares, las son presas políticas, las que han sido asesinadas por salir a protestar contra el gobierno, que una propuesta a la RAE para que se cambien los artículos y adjetivos universales porque son "machistas", algo con lo que, dicho sea de paso, no concuerdo. 
Nos preocupa más ver como nuestros familiares se ven cada vez más delgados la enorme dificultad para conseguir un pasaporte y lograr sacar a un ser querido de Venezuela, con lo que le estaríamos robando una vida al chavismo y al marxismo, que la cantidad de africanos llegando a las costas de Europa.

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No puedes convencerme sobre la maldad de los alimentos transgénicos (cosa que no me parece fundamentada y de la que hablaré más adelante) y las multinacionales, cuando vi como la agricultura de mi país fue arrasada bajo esta bandera para luego favorecer a mafias exportadoras y que ejercen el control social por medio del hambre.
Nos devanamos el coco pensando en cómo evitar ser deportados, sacar nuestros papeles de residencia legalmente y conseguir un trabajo que nos alcance para vivir en un nivel insoñable en comparación con Venezuela que. ¡NO!. NO SOMOS INDOLENTES. NO es que nuestro mundo se hizo minúsculo. Es que tenemos la cabeza en otra cosa. Es un asunto empático.
Como cualquier ser humano nos afectará más lo que tengamos en las narices y no la bajada de precios del maní en Timbuktú.
Nos encantaría tener más espacio en la cabeza para pensar en internet libre, protección animal, aborto, matrimonio LGBTI, derechos garantizados para hombres y mujeres por igual y esas cosas que inspiran y que suceden en Islandia, Noruega o Suiza (que no, no son socialistas. Ni de vaina).
Esas luchas de las que no me siento incluido por andar en otras, no son triviales. No me ofenden. No buscaré censurarlos porque creo en un mundo libre que no existe en los países que esta gente que no comprende nuestra lucha, idealizan sin ninguna base histórica (Cuba, Nicaragua, Venezuela, Corea del Norte, Rusia, Irán). Quizás coincidamos en otras cosas, o en otros rumbos. 
Eso no quita que queremos participar. Queremos integrarnos. Queremos aportar. Queremos que nuestros nuevos hogares se mantengan así o sean mejores. Pero lo haremos desde nuestra experiencia. En los puntos que más nos duelen. Y en nuestros términos.