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Parafilias. Sexo al límite


El sexo es una de las cosas más gratificantes que puede hacer el ser humano debido a sus componentes de amor, lujuria, ocio o poder, entre otros. Pero muchos llevan (no diré si llevamos, mejor quédense con la duda) las cosas a otro nivel por medio de las parafilias. 
La parafilia ocurre cuando el sujeto solo consigue excitación, placer y gratificación sexual si está condicionado a estímulos específicos, en algunos casos insólitos, que se convierten en el foco del erotismo, en ocasiones llegando a sustituir el acto de la penetración. Estos estímulos pueden ser objetos, circunstancias y seres humanos con características, rasgos o condiciones específicas, llegando a mantenerse en el corto, mediano y largo plazo. En el mejor de los casos, son de mutuo acuerdo, como el BDSM o se manifiestan de forma inofensiva hacia terceros. En otros casos son condenables, como la pedofilia o riesgosas para la salud como la necrofilia.
En este ramillete de opciones y alternativas, vamos a ver algunas parafilias comunes, que quizá conocíamos pero no su nombre, y otras muy raras.

Exhibicionismo: Es cuando las personas sienten placer al exponer sus genitales o zonas de su cuerpo como los senos. La persona siente placer con la reacción de la persona que la mire. Sí, incluye el sentir placer al enviar nudes.

Vouyerismo: Es sentir excitación al observar personas en momentos de intimidad como teniendo sexo, cambiándose de ropa, bañandose, haciendo del uno o el dos, y en algunos casos, en asuntos tan cotidianos como el comer. Sí, incluye el placer de ver nudes ajenos, en especial robados.

Hipoxifiia: Consiste en la asfixia durante el acto sexual. También es conocida como asfixiofilia. Algunos lo han llevado al límite, causando la muerte a si mismos o a la pareja. David Carradine, famoso por ser Bill en Kill Bill, en realidad murió por esta causa y no por el toque de la muerte de La Novia.

Frotteurismo: El placer se produce al frotar los genitales contra otra persona, en especial en lugares públicos. Es una parafilia frecuente entre usuarios, colectores y demás trabajadores informales del transporte público de Venezuela.

Gerontofilia: Atracción sexual hacia personas de la tercera edad. Esta debe ser genuina, por lo que no incluye a tu amiga la enchufada, bendecida, afortunada y blindada por los tepuyes que se toma fotos en yates, en Los Juanes, Panamá y República Dominicana, come y viste bien, mientras tu sigues pasando roncha en el metro buscando Harina PAN y pañales.

Urofilia: Hay placer al orinar o ser orinado por la pareja como parte del acto sexual. También le dicen la Lluvia dorada. Una amiga me contó que su ex-esposo lo hacía para marcar territorio con ella. Y no, no le funcionó.

BDSM: Son las siglas de Bondage (amarre), Domination (Dominación) y Sado Masoquismo. Personas que, con mutuo acuerdo, disfrutan de todos estos elementos a la hora del acto sexual, aunque en algunos casos, el asunto trasciende a la rutina diaria. En ella hay quien hace de Sádico, es decir, infringe el dolor y el masoquista que lo disfruta. Se puso de moda con Las cincuenta sombras de Grey. Hubo epidemia de sumisas. Pero ya pasó. Al igual que las barbas y el ser hipster.

Acrotomofilia: En ella hay placer sexual por partes amputadas del cuerpo. Sienten excitación por los muñones, algunos llegan al extremo de amputarse a sí mismos o a la pareja. A Jason de Martes 13 le gusta esto.

Fetichismo: Hay excitación por la posesión o contemplación de algún objeto o zona de la persona deseada: Ropa interior, cabello, zapatos, pies, vestidos, etc. Llega incuso a robarlos y entrar en un estado Gollum con ellos.

Autonepiofilia: Hay estímulo al ser tratado como un bebé. Con pañales y todo.

Cyesolagnia: Excitación con las embarazadas. Alan Harper es todo un referente de esto.

Necrofilia: Practicar el acto sexual con cadáveres. Hay evidencias de que era comúnmente practicado por los antiguos egipcios.

Sitofilia: Placer al masturbarse con alimentos como por ejemplo, pepinos. Es más común de lo que se cree, por lo que me he enterado.