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Diáspora, refugiados o inmigrantes. La importancia de definir lo que somos.


Corren tiempos confusos, tal vez sea un lugar común porque la humanidad siempre ha sido errática para comprender sus realidades. En el caso de nosotros, los inmigrantes, se hace necesaria la definición de nuestra situación, partiendo de los motivos personales, familiares y sociales, como individuos y como masa, que nos llevaron a tomar la decisión de irnos de Venezuela para comprender la magnitud de nuestras circunstancias.

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Cabe destacar que muchas variables entran en juego y van más allá de un asunto de valentía para irse o quedarse, la más importante a la hora de documentar, denunciar y llamar la atención por las razones correctas sobre este hecho social histórico, sin precedentes en nuestra historia, es el llamar a cada caso por su nombre, según los motivos que hemos tenido para marcharnos.
Nos hacemos llamar Diáspora venezolana y yo también he cometido ese error. Aunque suena poético, ya no me parece correcto, por lo que agradezco a Sclga Caraballo (@SclgaCaraballo en Twitter) por haberme dado algunas luces sobre este tema y el artículo de la periodista Luz Mely Reyes @LuzMelyReyes en Caraota Digital, de donde tomé importantes referencia. Es importante tener claras estas definiciones, ya que, en muchos casos, queremos que nuestra situación sea reconocida de determinada manera, pero no coincide con los estatutos internacionales. Si llamamos las cosas por su nombre, podemos llamar la atención sobre lo que sucede, de una manera más efectiva. Es un asunto de comunicación e importa muchísimo.


Es necesario acotar que aunque la ACNUR (Oficina del Alto Comisionado de la Naciones Unidas para Refugiados) haya declarado el caso de los venezolanos como refugiados, esto no obliga a ningún estado a reconocernos como tales. Esto no es una aprobación automática de las solicitudes de asilo ni una orden para que los gobiernos flexibilicen sus políticas migratorias. Sin embargo, esto es un importante precedente donde, aunque no encajamos dentro de la definición migrantes  por la guerra, hay una situación económica y social caótica que nos ha llevado a irnos del país y pide que se nos reconozca. La ACNUR  establece diferencias para cada caso, y ha pedido en reiteradas ocasiones el uso correcto de ciertos términos. Veamos algunos:

Diáspora: Se refiere a grupos de personas, organizados o no, que emigran para mejorar sus condiciones de vida, ya sea por ofertas de trabajo, estudios, reagrupamiento familiar, entre otros. No se ven amenazados pero tiene una connotación de masa en movimiento. Así que no, no somos una diáspora. Muchos se fueron sin querer irse y no andan, precisamente, probando suerte.

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Migración forzosa: También tiene una connotación de movimiento de masas. Son grupos obligados a abandonar sus hogares ante situaciones que ponen en riesgo su seguridad, como un conflicto armado o crisis política y económica que repercute fuertemente en su bienestar personal, como en el caso de hambrunas o el cercenamiento de derechos sociales por parcialidades partidistas. En el caso venezolano, si bien no estamos en una guerra, según la definición internacional, muchos se vieron obligados a dejar el país ante la negación de oportunidades laborales por no simpatizar o militar en el partido de gobierno, imposibilidad de continuar tratamientos médicos, inseguridad por el hampa o persecuciones personales por parte de militares, policías y demás fuerzas represivas bajo control del chavismo. Por esto se ha hecho complicado, el reconocimiento de nuestras circunstancias, al no estar definida plenamente nuestra situación, según los conceptos establecidos en países con circunstancias sociales e históricas muy distintas a la nuestra. En mi percepción, esta es la definición más acorde a nosotros.


Migrante: Se refiere a la movilización voluntaria por motivos de trabajo, estudios, entre otros, que tiene como finalidad el mejoramiento de la calidad de vida. En este caso, la seguridad e integridad no están comprometidas ni amenazadas. Pueden volver a su país de origen en cualquier momento sin mayores trámites o permisos.

Inmigrante: Persona que llega a un país por motivos laborales, de estudio o familiares. Emigrante es el que se marcha. Todo depende de la perspectiva local.


Refugiado: Son quienes huyen de una zona de guerra o conflicto y ven sus vidas seriamente amenazadas. Se les hace imposible regresar a su país de origen sin que eso implique terminar muertos o presos. No gozan de ningún tipo de asistencia de sus gobiernos y por ellos se ven obligados a solicitar asilo. Algunas veces entran en otros territorios por medios no convencionales e ilegales según la legislación local. Sin embargo esto no puede ser tomado como justificación para negarles protección internacional.

Asilado: Es la persona a quien el estado receptor ya le ha otorgado protección internacional, cumplidos los protocolos de revisión de casos individuales.

Exiliado: Persona, que por motivos políticos, se ve forzado a abandonar su país de origen, al ver amenazada su libertad o su vida.


Destierro: Condena que emite un gobierno para expulsar del país a un ciudadano del mismo, principalmente por motivos políticos. El desterrado no puede regresar a su país sin permiso del gobierno y pierde sus derechos ante el estado.
Por lo general, el exilio y el destierro no aparecen en la legislación de los países, pero se ejecuta por medio de amenazas, presiones y persecuciones. En el caso venezolano, es común que el gobierno los califique de prófugos de la justicia.

Desplazado: El desplazado huye de un conflicto armado pero no cruza fronteras. Se desplaza dentro de su propio país. Como en el caso de colombianos desplazados hacia otras ciudades, por la guerra contra las FARC y el ELN durante muchos años.


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Expatriado: Es un migrante por motivos laborales. Como el caso de un jugador de fútbol o beisbol, contratado para jugar con un club en el extranjero.

Apátrida: Es una persona que no es reconocida por ningún estado como ciudadano, quedando impedidos de poder ejercer derecho alguno para regularizar su situación. Es un limbo migratorio donde hay más de 10 millones de personas. Muchas de ellas provenientes de estados desaparecidos, conflictos étnicos donde se expulsa a los derrotados, entre otros.

Deportación: Un deportado es un expulsado del país, principalmente por estar en situación de permanencia ilegal o ingreso irregular, por haber cometido un crimen o una falta de carácter político contra autoridades locales. 

El lenguaje nos define. Tenemos una larga lucha interna contra la neolengua chavista que nos anula, nos invisibiliza, minimiza y tergiversa los hechos que derivan de la crisis en Venezuela. Llamemos las cosas por su nombre, conociendo su verdadero significado, para que estos duros tiempos jamás sean olvidados y se registre su verdadera dimensión.